martes, 26 de marzo de 2013

BERKLEY MANOR

Hola a todos.
Hoy, me toca hacer un poco de promoción y también comentar algunas cosas.
En mi blog "Mi otro blog" estoy colgando un relato que se llama Berkley Manor. 
Os acordaréis que el año pasado empecé a subir a este blog mi novela Amor profano. Mi idea inicial era dividirla en dos partes.
La primera se llamaría Amor y dolor y contaría la historia de los padres de la protagonista, Adorna.
La segunda parte se llamaría Amor profano y entraría de lleno en la historia de Adorna.
Sin embargo, dejé de subirla. Tenía demasiados proyectos en danza y no quería saturarme.
Amor profano va muy adelantada. De hecho, estoy a punto de acabarla. De momento, no sé lo que haré con ella. Lo tengo que pensar detenidamente.
Pero la primera parte de la historia, Amor y dolor, no veía que casara mucho con lo que estaba contando. De modo, que decidí separarla de esta historia. Conté otra historia más independiente y esa historia es Berkley Manor. 
A pesar de todo, no se trata de una novela larga. En realidad, se trata de un relato más bien largo. Tiene unas cuarenta páginas escritas en Word.
Mi idea era que transcurriera en una magnífica mansión en la isla de Wight en el siglo XVIII.
Melanie Nancy Livingston es una jovencita en edad casadera, bonita e ingenua, que llega a la imponente mansión de los duques de Berkley, Berkley Manor, para conocer a los mejores partidos de la ciudad.
El argumento en sí está muy trillado.
Pero quería contar algo diferente. Cuando escribí este relato, mi ánimo no estaba muy levantado, que digamos. No es una historia alegre con fiestas y bailes. Melanie llega a Berkley Manor en el peor de los momentos, ya que el único hijo de los duques, un niño de cinco años y heredero del título víctima de una enfermedad fulminante. No hay ningún misterio que resolver. Melanie llega a una mansión sumida en un profundo dolor por la muerte del pequeño.
Decide quedarse para acompañar a los duques en su dolor. Conoce a otros invitados que no saben si irse o quedarse. Reflexiona acerca de la vida y de la muerte.
Y, por supuesto, se enamora. El escogido es el joven vicario, Christopher Pemberton. No es precisamente un aristócrata, pero quería contar algo distinto.
No es una historia muy alegre que digamos. Es un relato largo, pero que estoy subiendo poco a poco y como puedo para no ser pesada.
Me habría gustado escribir una novela con esta historia, pero decidí que sería funesto alargarla demasiado. He escrito lo que quería contar. Nada más...
En este link, podéis empezar a leer mi historia:
http://blogdeepoca.blogspot.com.es/2013/03/berkley-manor.html
No sé si habré recreado bien cómo era la vida en el siglo XVIII. No sé si habré conseguido mi intención de crear una atmósfera más bien triste. Ni sé si habré conseguido crear unos buenos personajes.
He disfrutado escribiendo esta historia.
Y espero que disfrutéis vosotros también con ella.
¡Hasta mañana!

2 comentarios:

  1. Creo que se me ha escapado un capítulo de tu nueva historia, me lo agendo para leerlo lo antes posible, muchas gracias por esta entrada que a mí me ha servido de recordatorio ;)

    Besos.

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  2. Espero que sigas disfrutando con esta historia como estoy disfrutando escribiéndola.
    Un fuerte abrazo, Aglaia.

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