jueves, 31 de octubre de 2013

RELATO DEL RETO DE HALLOWEEN

Hola a todos.
Lo prometido es deuda. He aquí la segunda entrada del día.
Corresponde a la tercera fase del reto de Halloween que organiza el blog "Acompáñame".
Consiste en escribir un relato en prosa o en forma de poema que tenga 666 palabras. Tenéis que hacerlo con una de las fotos que participaron en la segunda fase del reto. La que más os guste. Y tiene que ser un relato de terror.
¡Qué difícil!
Antes de cada relato, debéis especificar tres cosas.
-La foto que habéis elegido.
-El blog de la persona dueña de la foto.
-El título de la foto.
Tenéis que dejar en este link el link de vuestro relato, además, encontraréis aquí más información y las fotos que hay que usar:

http://podemos-juntos.blogspot.com.es/2013/10/halloween-reto-3.html

Sólo tenéis que ser seguidores del blog "Acompáñame". Los relatos se unirán en un pequeño libro de Antología de Halloween de descarga gratuita.
Bien, aclarado esto, empecemos con el terror. ¡O lo que salga de aquí, je, je!

Ésta es la foto que elijo:



Pertenece a Pekeña. Éste es el link de su blog.

http://samara1991.blogspot.com.es/

La foto se titula Amor vampírico. 
Y de eso va este relato.

               Esta historia ocurrió en la isla escocesa de Inchtavannach, en el año 1804.
               Grace Camdan era una joven que acababa de cumplir diecinueve años. Era una joven rubia. Tenía los ojos azules y poseía una figura esbelta. Vivía con sus padres y con su hermana mayor, quien estaba a punto de casarse.
                 Aquella noche, Grace salió. Era una noche clara y serena. Grace agradeció estar sola allí. Vio la Luna reflejada en el lago.
                 De pronto, oyó unos pasos. Grace pensó que era Hebe, quien la estaría buscando. Se dio la vuelta para hablar con ella. Sin embargo, no pudo decir nada.
                 No le había visto nunca antes. Era un hombre. Grace sintió un escalofrío recorriendo su columna vertebral. No se oía nada y Grace tembló. Se trataba de un joven alto y pálido, de mirada penetrante.
                 Grace se preguntó quién era.
-Hola, Grace-la saludó.
                   Tenía una voz ronca y profunda. Aquel joven parecía conocerla.
-¿Quién eres?-le preguntó.
                    El joven le sonrió de un modo extraño.
                    La marca de mordisco que tenía Grace en el cuello, lejos de mejorar, había ido creciendo. Se acercó a ella y la besó en los labios.
                   De pronto, Grace sintió que lo conocía. Los labios de aquel hombre estaban muy fríos. Son los labios de un muerto, pensó. Tuvo ganas de empezar a chillar. ¿Qué quería aquel desconocido de ella? Sin embargo, no era ningún desconocido.
-¿Cómo sabes mi nombre?-le preguntó.
-Porque eres mi compañera-respondió él.
-¿Soy tu compañera?
                   El joven le tendió la mano y Grace se la cogió. Tuvo la sensación de estar tocándole la mano a un muerto, estaba muy fría.
-Me llamo Frederick-se presentó él-Llevo esperándote toda una Eternidad. Cinco siglos...Te he encontrado.
                     Grace empezó a temblar con violencia. Aún así, caminó al lado de aquel joven.
-Frederick...-susurró-No te he visto antes.
-Estoy muerto, mi querida Grace. Pero te estaba esperando. Ven.
-¡No!
                     El corazón de Grace empezó a latir muy deprisa. Le parecía que estaba siendo víctima de una broma. Un muerto...Y la reclamaba como su compañera. Ella...
                    Los árboles le parecieron que estaban vivos. Una nube oscura tapó la Luna.
                    Oscuridad...
                    Los árboles estaban secos. Grace tuvo la sensación de que agitaban sus ramas amenazándola. Los troncos eran muecas crueles. No veía por donde caminaba. No sabía lo que iba a pasar. Pensó en salir corriendo. ¿Por qué no salía corriendo? Parecía que su voluntad la había abandonado. Un hombre que la reclamaba como su compañera. Un muerto que la reclamaba. Y ella le seguía dócilmente.
-¿Qué quieres de mí?-le preguntó.
-Sólo quiero tu amor, Grace-respondió Frederick-No te pido nada más.
-¡Déjame! No puedo darte nada.
-No te haré daño, Grace. Amáme.
                  Las lágrimas rodaron por las mejillas de la joven.
                  Tuvo la sensación de que iba a morir.
                  La niebla se cernió sobre la pequeña isla.
                  Grace ahogó un grito. Sintió cómo su corazón se le paraba.
                  Dios mío, pensó. De pronto, Frederick y ella se detuvieron. Frederick se colocó delante de ella. Grace se sintió cada vez más débil. Frederick la recostó sobre el suelo.
-Te haré como yo-le dijo.
-¿Y cómo eres tú?-le preguntó Grace.
-Vivo eternamente. La sangre me hace vivir eternamente.
-Sangre...
-Tu sangre...
-¡No!
                         Los besos que le dio Frederick fueron mucho más elocuentes que las palabras.
                         La ropa de Frederick desapareció. El vestido que llevaba puesto Grace desapareció. Las manos de aquel joven acariciaron su cuerpo. Sus labios también acariciaron su cuerpo. La frialdad se apoderó de Grace. El cuerpo de Frederick estaba helado. Grace pensó en gritar. Pero no sabía si quería huir de allí.
                        Cada beso que Frederick le daba, Grace también le besaba. Le besaba.
                        Se sentía débil y cansada entre sus brazos.
                        Y fue entonces cuando los dientes de Frederick se clavaron sobre el cuello de Grace. Al mismo tiempo, él se introducía en el cuerpo de ella. Bebió la sangre de la joven. Grace sintió cómo la oscuridad se apoderaba de ella. Una languidez extraña la dominó.
                      La encontraron al día siguiente. No se sabía si estaba viva o si estaba muerta. Tenía los ojos muy abiertos.

UNA DECISIÓN POR LA QUE SERÉ MUY CRITICADA

Hola a todos.
¡Feliz Halloween!
En Estados Unidos (y también en algunos lugares de España), los niños se disfrazan, casi siempre de seres monstruosos, y van de puerta en puerta pidiendo caramelos. Se cree que a las doce de la noche, se abre una puerta que comunica dos mundos: el mundo de los vivos y el mundo de los tiempos. Una puerta que carece de espacio y de lugar.
Hoy es un día dedicado al misterio y a la magia.
Bueno, vamos a centrarnos en lo que ahora toca.
Hoy, tengo que hacer dos entradas. La segunda entrada la haré, espero, esta tarde, y espero sorprenderos con ella. El blog va a estar dedicado hoy y mañana (y el sábado, porque La viuda de la atalaya va de fantasmas) al terror y al misterio, aunque aderezado con gotas de romance gótico, por supuesto.
La entrada de esta mañana tiene mucho que ver con la encuesta que organicé hace unos días en la cuál os preguntaba si el hijo de Mary podía estar vivo y tener, al crecer, su propia historia.
Con el 100% de los votos, he visto que sí. Que queréis que el hijo de Mary viva y que tenga su propia historia.
He tomado una decisión por la que voy a ser muy criticada. Os pido que me entendáis y que me perdonéis. Sobre todo, vosotras dos, mis queridas Jennieh y Citu. ¡Perdonadme!
No he visto otra opción.
Os presento a Jonathan Lennon.



Jonathan es, efectivamente, el hijo de Mary. Un superviviente desde el mismo día en que vino al mundo.
Tras ser víctima de una brutal violación y quedarse embarazada a consecuencia de ella, Mary, desquiciada y desesperada, decidió provocarse un aborto tomando ruda en el sexto, a punto de cumplir séptimo, mes de gestación. La criada de la casa en la que se estaba hospedando la encontró inconsciente, en un charco de sangre y con un feto a los pies. El feto aún vivía y la criada recurrió a los trucos que ella conocía para hacerlo salir adelante, aunque sólo fuera durante unas horas. De las horas pasaron a los días, de los días a las semanas...¡En fin! Jonathan sobrevivió de milagro, creció y ahí podéis verlo.
Aunque fue criado como hijo del matrimonio Lennon, perteneciente a la burguesía rural, Jonathan siempre supo que era adoptado y las circunstancias en las que vino al mundo. Jonathan no quiere vivir anclado en el odio, sino que busca el perdón. Quiere conocer a su verdadera madre y decirle que la perdona y, de algún modo, hacerle justicia por la violación que sufrió, en la que él fue concebido y que quedó impune. Otro rasgo que hay que destacar en él. Su honorabilidad, su generosidad, su capacidad de perdonar y su sentido de la ética y de la justicia.
Jonathan tiene veintisiete años. Se trata de un joven recto y educado. Tiene un carácter serio y responsable. Vive atormentado por una terrible pérdida. Su esposa Abby falleció inesperadamente en un accidente y él todavía no lo ha superado.
Todo cambia cuando, a petición de sus padres adoptivos, viaja hasta una pequeña isla escocesa, donde viven unos parientes de ellos, los Hollins, con los que se hospeda. Los Lennon quieren que Jonathan cambie de aires y empiece a superar la muerte de Abby.
Y aquí aparece ella. Se trata Edith Hollins, la hija de los dueños de la casa. Se trata de una muchacha alegre y despreocupada, muy distinta a Abby.
Desde el primer momento en el que se ven, saltan chispas entre ambos. Jonathan trata de reprimir la atracción que siente hacia Edith. Y la joven se siente atraída por aquel joven tan serio al que desea ayudar.
La historia verá la luz esta Navidad y será algo así como un cuento largo. La Navidad es una época para el amor, las segundas oportunidades y el perdón. Pero creo que esos sentimientos deberían de pervivir durante todo el año.
Y, ahora, viene la decisión por la que seré muy criticada.
¿No os suena de algo el rostro del actor al que he elegido para ser Jonathan?



Es Richard Armitage, el acto que dio vida a uno de los héroes románticos más celebrados de todos los tiempos: John Thornton, de Norte y sur, en la adaptación que la BBC hizo de la novela de Elizabeth Gaskell.
Si leéis la blog novela de nuestra buena amiga Jennieh, La verdad de una mentira, os fijaréis que ha escogido para dar vida a Gerardo, el protagonista, el rostro de Richard Armitage caracterizado como John Thornton.
Y Citu también ha escogido a Richard Armitage para dar vida a Darius Freeman, uno de los personajes de su nueva blog novela Melodías prohibidas. 
¡Y yo, al imaginar a Jonathan, le he puesto el rostro de Richard Armitage!
¡Lo siento muchísimo!
Esta tarde, una entrada cargada de misterio y de suspense.
¡Hasta esta tarde!





miércoles, 30 de octubre de 2013

FIESTA DE COMPROMISO

Hola a todos.
Hoy, Fiesta de compromiso retoma su ritmo normal, un fragmento por día, después del susto que me llevé por culpa de la libreta de los...No digo palabrotas porque no quiero parecer grosera.
Me gustaría dedicarle el fragmento de hoy a la administradora del blog "La guarida de los libros" y autora bajo el seudónimo de Dama N. Prayton de Sentencia de amor, nuestra buena amiga Laidy Turquesa.
Su blog "La guarida de los libros" cumple hoy su primer año de vida. ¡Felicidades, Laidy! ¡Y que sean muchos más!
Si estáis buscando un blog en el que podáis leer las reseñas literarias más personales y queréis dar rienda suelta a vuestra imaginación con fotos, "La guarida de los libros" es vuestro blog. ¡Pasaos por allí!
Aquí tenéis su link:

http://librosqueyaheleido.blogspot.com.es/

Además, Laidy está preparando sorpresas con motivo del primer cumpleaños de su blog. Sorpresas de lo más interesantes y que, fijo, os van a gustar.
Pasaos por este link para saber más:

http://librosqueyaheleido.blogspot.com.es/2013/10/celebracion-de-mi-primer-aniverblog.html




En el fragmento de hoy, veremos cómo Devin y Catriona avanzan más en su relación. Y también seremos testigos de las dudas de Nell con respecto a su boda.

                           La siguiente vez que se vieron Devin y Catriona fue en el baile que se organizó en la casa de otros vecinos de la isla, los Acair. Catriona estaba dando cuenta de un vaso de limonada mientras hablaba con Nell.
-Ha venido Devin-observó la joven.
-Voy a fingir que no le he visto-decidió Catriona.
-No lo entiendo, Cathy. ¿Qué ha pasado entre Devin y tú?
                       Catriona no pudo responder a aquella pregunta. Devin avanzó hasta donde estaban Nell y ella. Y la invitó a bailar. Casi sin darse cuenta, se vio así misma en la pista de baile bailando un vals con Devin.
                         Ninguna de las parejas que estaban bailando se dio cuenta de la conversación que estaban sosteniendo.
-No entiendo el interés que tienes en mí-protestó Catriona-No tienes ninguna obligación para conmigo.
-No eres como las otras chicas que conozco, Cathy-le confesó Devin-Eres especial.
                         Tenía su brazo rodeando la cintura de la joven mientras bailaban. Devin pensó que los dos estaban solos en la pista de baile. No era el lugar adecuado para hablar de ciertos asuntos.
-Vamos al balcón-le propuso.
-¡Se darán cuenta de que no he salido!-se quejó Catriona.
-No importa. Será sólo un instante.
                         Finalmente, Catriona acabó cediendo. Dejaron de bailar y cogió la mano que le ofrecía Devin al tiempo que él tiraba de ella en dirección al balcón. Nadie se dio cuenta de que no estaban.
                         Devin se perdió en las profundidades de los hermosos ojos de Catriona. Aquellos ojos de color castaño que le perseguían en sus sueños. Unos ojos grandes y de mirada que podía ser tímida y pícara a la vez. Cathy...Ella ocupaba su corazón desde la primera vez que se vieron.
-¿Qué es lo que me quieres decir?-inquirió Catriona-Sé breve, por favor.
-Ya lo sabes-contestó Devin-Quiero casarme contigo. Y no es por honor ni por obligación.
-Devin...Por favor...
                         El cabello de color castaño oscuro de Catriona caía de manera suave sobre sus hombros. Enmarcaba su hermoso rostro. La piel de la chica se veía de porcelana iluminada a la luz de la Luna. Parecía un ser sobrenatural. Devin la miró con fascinación. Catriona no se dio cuenta. O fingió no darse cuenta de cómo la estaba mirando Devin.
-No sé qué puedo hacer para que me creas-se lamentó Devin.
-Sigo pensando que lo que ocurrió la otra noche entre tú y yo fue una locura-insistió Catriona.
-Fue la mejor noche de mi vida.
                         El corazón de Catriona empezó a latir muy deprisa.
-No debió de haber pasado-se lamentó la joven-Fue un error. Aquella noche...Yo no era yo. Fue una estupidez. Y lo lamentaré el resto de mi vida. No podré casarme con nadie.
-Te puedes casar conmigo-le propuso Devin-Te haré la mujer más feliz del mundo.
                       Se acercó aún más a Catriona.
-No...-negó ella.
                      No sabía a qué se estaba refiriendo. Si a lo que acababa de decirle Devin. O a lo que su corazón le estaba gritando. Lo que sentía por aquel joven era demasiado fuerte como para ser ignorado.
-Cathy...-susurró Devin.
                      Acunó aquel rostro de facciones adorables entre sus manos. Los ojos de ambos se encontraron. Catriona no pudo huir ni quiso huir. Los labios de ambos se encontraron. Se fundieron en un beso largo y prolongado. Un beso cargado de anhelo...

 

                     Fue Catriona la que se apartó de Devin. Muy asustado, se alejó de él.
-¡Cathy!-la llamó.
                     Ella volvió a meterse dentro. Le latía muy deprisa el corazón. Las piernas le temblaban con tanta violencia que pensó que se caería al suelo.

                        A las dos de la madrugada, Catriona no había conseguido conciliar el sueño.
                       Unos golpes en la puerta de su habitación la sobresaltaron. Respiró aliviada cuando vio entrar a Nell.
-No sé si quiero seguir adelante con la boda-se sinceró la joven.
                       La luz de la Luna iluminaba la figura de Nell. Se sentó en la cama, al lado de Catriona, quien se había sentado.
-Cuéntame lo que te pasa-le exhortó.
-No soy tonta-admitió Nell-Veo que Douglas no me ama. Sólo ve en mí una forma de ganar dinero.
                       Estaba muy pálida y desencajada. Catriona se odió así misma por haber pensado más en sí que en Nell.
-Si tienes tantas dudas, deberías de suspender la boda-le sugirió a su prima-Rompe el compromiso.
-¡No puedo hacer eso!-se asustó Nell-Sería la comidilla de toda Escocia. Ningún hombre volvería a acercarse a mí. Douglas es mi última oportunidad de casarme y de fundar una familia. Aún eres muy joven, Cathy. Pero soy dos años mayor que tú. Y ya dicen que voy camino de ser una solterona. ¡Una solterona!
                         Nell ya tenía cierta edad. Si no se casaba ahora, nunca se casaría. Catriona entendía a su prima.
-¿Y piensas seguir adelante con la boda aún a sabiendas de que tu futuro marido jamás te amará ni te respetará?-inquirió-¡Eso no sería nada propio de ti, Nelly!
-Si no me caso con Douglas, nunca me casaré-se inquietó la aludida-Y yo quiero casarme. Quiero tener hijos.
                          Catriona contempló el asustado rostro de su prima. Nell sostenía una batalla consigo misma. Casarse y ser una desgraciada durante el resto de su vida. O romper el compromiso y protagonizar un escándalo sonado. Desde luego, la decisión no era nada fácil. Catriona abrazó a su prima.
-Pase lo que pase, yo estaré siempre a tu lado-le prometió.
                        Nell pensó que, por lo menos, podía contar con su prima. Lo cual ya era algo.

martes, 29 de octubre de 2013

MARATÓN "FIESTA DE COMPROMISO"

Hola a todos.
El día de ayer fue para olvidar, aunque pueda parecer una tontería lo que me pasó. ¡Y es una tontería!
Empecé a escribir Fiesta de compromiso en una libreta a la que se le estaban acabando las páginas.
Cuando terminé la libreta, continué el relato en otra. Resulta que ayer estuve buscando la libreta por toda mi habitación para subir el trozo correspondiente al lunes ¡y no la encontraba! Me volví loca buscándola.
No pude subir nada. De pronto, esta mañana, me acordé que había subido algunas cosas a la buhardilla y fui a ver si, por un casual, estaba la dichosa libreta. ¡Y, menos mal, allí estaba!
¡Cualquier día de éstos pierdo la cabeza!
Digo que hoy habrá maratón de Fiesta de compromiso porque subiré los dos trozos: el tendría que haber subido ayer y el de hoy. No me gusta subir trozos ni muy largos ni muy cortos, pero, al juntarse dos, hoy será muy largo.
¡Deseo de corazón que os guste lo que viene hoy!
¡Nos vamos de fiesta con Devin y Catriona!

                              Devin se colocó a la altura de Catriona.
                              Como correspondía a la etiqueta, cogió la mano temblorosa de la chica. Se la llevó a los labios para besársela de manera larga, aunque eso no entraba dentro de la etiqueta.
-¡Por fin te encuentro!-exclamó Devin. Estaban a punto de dar las doce, la hora en la que se anunciaría el compromiso de Douglas y Nell. Catriona supo que no había escapatoria. Devin quería hablar con ella acerca de lo ocurrido semanas antes. Por suerte, no había quedado embarazada-Tenemos que hablar. Tenemos una conversación pendiente sobre cierto asunto.
-No estoy embarazada-le aseguró Catriona-No hay nada de qué hablar.
-No he venido para saber si vas a tener un hijo mío-afirmó Devin-Te juro que me habría alegrado saberlo. ¿Piensas que lo que pasó entre nosotros fue un error? El tenerte entre mis brazos, ¿fue un error, Cathy?
                         Ella no quería mirarle. Lo ocurrido en el cuarto que se le asignó a Devin aquella noche la perseguía en todo momento. Devin sonrió en un esfuerzo por aliviar el ambiente tenso. Buscó a su hermano con la mirada.
-Te juro que para mí no fue ningún error-sentenció el joven.
                       Catriona no quería mirar a aquel joven de tez morena que la había cautivado. No quería perderse en la inmensidad de sus ojos. Los ojos de Devin eran de color gris claro. No eran unos ojos fríos. Como los que tenía Douglas. No...Cuando las miradas de ambos se cruzaron por primera vez, Catriona sintió que podía confiar en aquel joven. Había algo en él que le inspiraba cercanía. Y, luego, estaba su sonrisa. Fue una locura besarle. ¡Era una locura todo lo que había pasado! Sentía que nada era real.
                     La orquesta interpretaba un vals. Los invitados bailaban. Y ella había perdido la virtud. ¡Con el futuro cuñado de su prima!
                       Pero los labios de Devin...Tan bien trazados...Tan sensuales...Buscó a Nell con la mirada. La encontró en un rincón con la mirada perdida.
                        Las mejillas de Catriona se encendieron de un modo que Devin encontró adorable. Desde la primera vez que la vio, tuvo la sensación de que había encontrado a la mujer de su vida.
                        Decidieron que era mejor hablar en un aparte. Catriona sentía cómo las piernas le temblaban con violencia. Tuvo que apoyarse en Devin para poder caminar. Aquel contacto le hizo sobresaltarse. Ella también me ama, pensó con alegría.



-Puede que pienses que soy igual que Douglas-dijo Devin-¡Y lo entiendo! Pero no soy igual que él.
-Eso ya lo sé-aseveró Catriona-Lo que ocurrió la otra noche entre nosotros fue una locura.
-No...No lo fue.
-Fui a tu habitación porque me dan miedo las tormentas. Debiste de haber pensado que yo era una cualquiera. ¡Y me comporté igual que una cualquiera!
-¡Jamás pensaría tal cosa de ti, Cathy!
                     Casi por inercia, empezaron a bailar al son del vals que estaba interpretando la orquesta.
-Deberíamos de anunciar esta noche nuestro compromiso-insistió Devin-Hablaré con tu padre.
-¡Por Dios, no hagas tal cosa!-se asustó Catriona-Esta noche pertenece a mi prima y a tu hermano. Se van a casar ellos.
                        Devin negó con la cabeza.
-Y también nos vamos a casar nosotros-le aseguró a Catriona-No entiendo el porqué te niegas. No es por lo que pasó la otra noche. ¡De verdad que no, Cathy!
                        Catriona no dijo nada. Siempre pensó que se casaría por amor. Y que se casaría con un hombre que la amara y al que ella correspondiera. Douglas se sitió al lado de Gilroy. El hombre llamó a Nell. La hora de anunciar el compromiso se estaba acercando.
-Querida...-la llamó Evanna.
-¿Sí, tía?-inquirió Nell.
-El compromiso está a punto de anunciarse-le informó Catriona a Devin-No hablemos de esto ahora. Ya hablaremos en otra ocasión. Más adelante...Hemos de ir con ellos.
                      Dejaron de bailar y Devin besó con reverencia la mano de Catriona.
-Me siento muy orgulloso de anunciar mi compromiso entre mi sobrina Elaine Campbell y el honorable Douglas Crane-anunció Gilroy, hinchando mucho el pecho.
                     Se encontraba en el centro, separando a la pareja. Nell mantenía la vista baja. En cambio, Catriona pensó que Douglas parecía un pavo real. Estaba muy contento.
-Señor Crane, se lleva a una joven extraordinaria y con un gran corazón-le dijo Gilroy a Douglas-Le ruego que la cuide como su tesoro más valioso.
                    Los invitados estallaron en aplausos. Al mismo tiempo, las lágrimas empezaron a correr por las mejillas de Nell.

                    Algunos días después, los Campbell fueron a visitar a sus vecinos, los Banner. Samantha Banner acudió a saludar a las primas. Parecía realmente emocionada al saber que Nell se va a casar.
-Debes de estar muy contenta-aseguró Samantha-¡No todos los días se casa una!
-Nelly está un poco nerviosa-le hizo ver Catriona-No está muy habladora que digamos.
-¡Lo entiendo! ¡Se va a casar con uno de los mejores partidos de toda Escocia! Además, Cathy, tu prima es también un buen partido. Con una dote muy elevada...Con su propia fortuna...
                      Catriona se puso tensa cuando vio a Devin. El joven se acercó a ella y la apartó de Nell y de Samantha.
-Discúlpenme, señoritas-les dijo-Pero la señorita Campbell y yo tenemos que hablar. Me gustaría comentarle una cosa acerca de la isla. Son ustedes muy afortunadas. Viven en un lugar realmente hermoso.
                      Devin cogió del brazo a Catriona y se la llevó al jardín, donde podrían hablar con más tranquilidad. La muchacha miró con nerviosismo hacia la fachada de la casa.



                      Apenas era capaz de mirar a Devin a los ojos.
-Vamos a dar de qué hablar-le espetó al joven-¿No te das cuenta?
                      Devin pensó que el escándalo lo podrían haber dado la noche en que hicieron el amor. Catriona estaba convencida de que él quería casarse con ella por lo ocurrido aquella noche. Sin embargo, Devin sabía que eso no era así. La sonrisa de Catriona le había deslumbrado. A pesar de su aspecto frágil, era mucho más fuerte de lo que aparentaba. Era inteligente. Y se preocupaba por Nell.
                    Se disculpó unos instantes con Catriona. Se metió dentro de casa y, al cabo de unos minutos, regresó portando dos vasos. Contenían zumo de naranja. Le tendió un vaso a Catriona y él se quedó con el otro. Bebió un sorbo.
                      Catriona se dijo así misma que había obrado de un modo alocado cuando acudió aquella noche a la habitación de Devin. Era cierto que el joven era muy apuesto. Y era el primer muchacho que se había fijado en ella. El sentido común de Catriona desapareció por completo.
-Cathy, no sé qué hacer para que te des cuenta de que quiero casarme contigo-dijo Devin.
-¿Y quién te ha dicho que quiero casarme contigo?-le espetó Catriona-¿Cómo has llegado a esa conclusión?



                      Le gustaba hablar con Devin porque le hacía reír. Catriona bebió un sorbo de su vaso de zumo de naranja.
                      Se decía así misma que había sido un error haber hecho el amor con él. Era una mujer deshonrada. Sus padres, por suerte, no lo sabían. ¡Nunca lo sabrán!, decidió Catriona. Pero, si se llegaba a casar, su marido sí se enteraría.
-Lo siento-susurró.
                     Habló más alto.
-Eres muy bueno por querer casarte conmigo-dijo-Pero no te estoy obligando a que hagas algo de lo que puedas arrepentirte.
-La otra noche fue la noche más maravillosa de mi vida-se sinceró Devin-Yo también quería que eso pasara. ¡Y no me arrepiento por nada del mundo! Volvería a hacerlo. ¡No te ofendas!
                     Catriona se ruborizó.
-Entiendo que lo digas-opinó-Debes de pensar, aunque digas lo contrario, que soy una furcia.
-¡Por el amor de Dios, Cathy!-exclamó Devin-¡Yo jamás pensaría tal cosa de ti! ¡Te lo he dicho!
                      No pudieron seguir hablando. En aquel momento, una voz femenina y conocida les interrumpió.
-Cathy...-dijo la voz.
                        Se giraron para ver a Nell, que salía del interior de la casa. Estaba preocupada por su prima. ¿Cómo se atrevía a hablar a solas con Devin?
-Señor Crane...-dijo Catriona-Mi prima me está llamando. Ya hablaremos usted y yo.
-¡No pararé hasta que no hablemos!-le prometió Devin.

Mañana, un nuevo fragmento de Fiesta de compromiso. 

sábado, 26 de octubre de 2013

LA VIUDA DE LA ATALAYA

Hola a todos.
Hoy, es sábado y toca un nuevo fragmento de La viuda de la atalaya. 
Vamos a ver lo que pasa entre Vanessa y Stephen.
Por cierto, todavía estáis a tiempo de votar en la encuesta.

                     A la tarde siguiente, Vanessa y Stephen se encontraron en la playa.
-Te noto nerviosa-observó el joven.
-Sé que no crees en los fantasmas-dijo Vanessa-¡Pero los fantasmas existen!
-¿Qué me quieres decir?
-Tengo la sensación de que he estado cerca de Nicole Bascomb. Estaba en la atalaya. ¡He podido sentirla!
                  Stephen no entendía nada de lo que le estaba diciendo Vanessa. Era cierto que el comportamiento de la muchacha había cambiado un poco. Tenían que hablar de lo ocurrido días antes. Pero Vanessa estaba muy nerviosa. No paraba de pasear de un lado a otro, a la orilla del mar.
-¿Estás segura de lo que dices?-le preguntó a Vanessa.
                   La joven asintió con vehemencia. Se frotó los brazos y sintió frío.
-Erin la sintió-respondió-Dice que llegó a escuchar su voz. Crees que nos estamos volviendo locas. ¿No?
                    Stephen se mesó el pelo.
-Creo que Erin está muy afectada por la muerte de Bastien-contestó.
                    Las olas se acercaban a menudo a ellos. Stephen se apartó de la orilla. Cogió del brazo a Vanessa y la apartó de la orilla.
-Y tú estás muy preocupada por ella-observó Stephen.
                   Vanessa asintió. Stephen no sabía qué pensar. Había oído hablar de la leyenda de Nicole Bascomb. No creía en ella. Pero...¿Y si el fantasma de aquella joven estaba atrapado en el castillo? Vanessa estaba muy pálida.



                          Se sentaron en la arena de la playa.
-Es mi prima-se sinceró Vanessa-Pero es mucho más que mi prima. Es como mi hermana mayor. Yo la quiero muchísimo.
                       Stephen llevaba varios días pensando en lo que ocurrió entre Vanessa y él días antes, cuando se vieron por última vez.
-Tenemos que hablar de otro tema-dijo-Sobre lo que pasó entre nosotros hace unos días. ¿Lo has olvidado?
                      Vanessa negó moviendo la cabeza. Había intentado olvidar lo ocurrido entre Stephen y ella. Pero le costaba trabajo olvidar. Los problemas de Erin le habían servido como asidero para no pensar en el beso que le había dado Stephen.
                       Se sentía egoísta por pensar en sí misma y por no pensar en Erin. Notaba cómo su corazón latía cada vez más deprisa. Es por Stephen, pensó Vanessa.
-Preferiría olvidarlo-se sinceró la muchacha-Deseo olvidar lo que pasó. Fue un error.
                    Stephen se acercó más a Vanessa. No había dejado de pensar en ella desde lo ocurrido entre ellos días antes. Sin embargo, ya antes Vanessa ocupaba un lugar en su mente. En su corazón...Lo que más deseaba en el mundo era ayudarla. Si tenía que averiguar algo más acerca de Nicole Bascomb, lo haría. Pero lo haría por Vanessa.
                       Aquella mujer, aún después de muerta, parecía afectar a los habitantes de la isla de Saint Patrick. Más muerta que viva...Stephen se estremeció. Se inclinó sobre Vanessa.
-Te ayudaré-le prometió-Haré lo que sea. Si esa mujer existe. Si ese fantasma está atormentando a tu prima, buscaré la manera de hacer que descanse en paz.
                    Los ojos de Vanessa se abrieron como platos al escuchar aquellas palabras. No era consciente de lo que estaba haciendo. Sólo sabía que Stephen la iba a ayudar. Lanzó un gritito de alegría. Palmoteó con entusiasmo. Y besó con el mismo entusiasmo a Stephen en la boca.
-¡Oh, Stephen!-exclamó. Lo abrazó con fuerza-¡Muchas gracias! ¡Gracias!

viernes, 25 de octubre de 2013

FRAGMENTO DE "FIESTA DE COMPROMISO" Y ALGUNOS ANUNCIOS

Hola a todos.
Hoy, además de subir un nuevo fragmento de Fiesta de compromiso, tengo que compartir algunas cosillas con vosotros.
Primero, entremos de lleno en el fragmento.

                Algunos días después, Devin fue a visitar él solo a Nell y a Catriona. Le dijo a Nell que su hermano se encontraba en Glasgow por asunto de negocios. Mientras saludaba a Gilroy y a Evanna, Nell llevó a Catriona a un aparte.
-Douglas me engaña con otras mujeres-le confesó a su prima-Devin no lo quiere decir porque no puede delatar a su hermano. ¡Pero yo lo sé! ¡Oh, Cathy! Douglas nunca me ha amado. Sólo me quiere por mi fortuna.
-Entonces, ¿qué piensas hacer?-quiso saber Catriona.
-No lo sé. ¡Yo le amo!
              Nell tenía ganas de llorar.
               Devin consiguió quedarse a solas con Catriona. Dieron un paseo por la orilla del lago. Estuvieron hablando durante un buen rato. Devin veía que Catriona era feliz en aquella pequeña isla.
               Catriona se sentía a gusto en compañía de Devin. Cuando Douglas iba a ver a su prima y le acompañaba el joven, el corazón de Catriona empezaba a dar brincos de alegría. Ignoraba el porqué.
              El lago Awe estaba en calma. Devin pensó que el lago se parecía mucho a Catriona. Era tranquilo y sereno, como ella.



-No me mires así-le dijo Catriona a Devin entre risitas-Me pone nerviosa.
-¿Y cómo crees que te estoy mirando?-inquirió el joven.
-No lo sé. Pero me pone nerviosa.
-Cathy...Me gustaría decirte una cosa.
-Me la puedes decir ahora. Estamos solos. ¿Qué es lo que me quieres decir?
-Me da miedo. Vas a pensar que soy un cobarde.
-Entre nosotros existe ya mucha confianza. Sea lo que sea lo que me quieras decir, yo te escucharé.
-Lo siento. No puedo.

             Aquella noche, Devin se quedó a dormir en la casa de los Campbell debido a una fuerte tormenta que le impidió volver a casa. Catriona siempre había sentido auténtico terror a las tormentas. El pánico a los truenos la llevó aquella noche a meterse en la habitación de Devin buscando algo de seguridad.
                      De vuelta al presente, Devin paseó por el salón. Tenía que hablar con Catriona, se dijo. Desde lo ocurrido aquella noche, no se la había podido quitar de la cabeza. Pero, antes de eso, la muchacha había empezado a colarse en su pensamiento. No se arrepentía de nada de lo ocurrido. Quizás, Douglas no amara a Nell. Pero Devin sí se estaba enamorando de Catriona.
-¿Has visto a Catriona?-le preguntó a Nell.
-Mi prima estará hablando con la gente-respondió la joven-Y yo...Tengo que ir junto a tu hermano.
-Escucha, Nelly. No lo hagas. Si no quieres seguir adelante con esto, no lo hagas.
                      La imagen de Catriona en su habitación volvió a su mente.
-No quiero molestar-le dijo.



                           Se sentó en la cama, junto a Devin.
-No eres ninguna molestia-le aseguró el joven, tuteándola por primera vez.
-Le tengo miedo a las tormentas-le confesó Catriona con timidez.
                       Devin juraba que sólo quería abrazarla para tranquilizarla. Pero, en la oscuridad de la habitación, sus labios se encontraron con los labios de Catriona. Podía recordar cada uno de los besos que se dieron. Cómo acabaron los dos desnudos sobre su cama. Ninguno de los dos quiso detener aquello. Les parecía que tenía que pasar.
                     Besó una y otra vez los delicados labios de Catriona. Podía recordar su lengua invadiendo el interior de la boca de la chica y bebiendo de ella. Recorrió con sus labios el esbelto cuello de ella. Llenó de besos los pechos de la joven. Chupó sus pezones. Recorrió con la lengua la base de su vientre.
                     Recordaba cómo Catriona le devolvió todos los besos que él le daba. Podía recordar cómo sus dedos acariciaron el cuerpo de la muchacha. Cómo llenó de besos cada centímetro de su piel. Cómo la abrazó. Cómo se poseyeron el uno al otro. Y también recordaba la visión de Catriona a la mañana siguiente. Mirándole avergonzada mientras se abrochaba los botones del camisón.
-¡Por favor, no se lo digas a nadie!-le imploró.
                     Devin se obligó así mismo a regresar al presente. Tenía una copa de champán casi vacía en la mano. Se encontraba de pie, muy apartado de la gente.
-Estás aquí-pensó-Vamos, Cathy, aparece.
                      Empezó a caminar de un lado a otro del salón.
                     Douglas llevaba a Nell cogida del brazo.
                     Devin sintió asco de aquellos hombres que iban elegantemente de vestidos. Las joyas que lucían las mujeres brillaban bajo la luz de la lámpara de araña que colgaba del techo. No encajo en este mundo, pensó Devin. Y sospechaba que Catriona tampoco encajaba allí. Tenía que aclarar las cosas con ella, se dijo así mismo. Tenía que sincerarse con ella. Confesarle lo que realmente sentía. Ella también siente algo por mí, pensó.
                      No vio amor reflejado en el rostro de Douglas al mirar a Nell. La joven lo sospechaba. Su rostro reflejaba una honda tristeza.
                      De pronto, el corazón de Devin dio un vuelco. En un rincón, casi escondida, se encontraba Catriona. Hacía ya unos meses que no se veían. Cada vez que Devin iba a verla, Catriona le evitaba.
                        El vestido que lucía la joven era de color azul claro. Tuvo la sensación de que estaba viendo un ángel.
                           Llevaba su cabello recogido en un moño a la moda. Sonreía de un modo que a Devin le pareció angelical. Catriona destacaba entre las otras jóvenes que habían sido invitadas a la fiesta. Miraba a Nell con gesto de preocupación. Devin la admiró porque Catriona estaba muy preocupada por su prima. Se armó de valor. Y se acercó a ella con decisión.
                      Catriona se dio cuenta de que Devin se estaba acercando a ella. Tragó saliva. No sabía qué hacer. ¿Debía de seguir evitándole?, se preguntó. Será mejor que hablemos. Fue un error. No fue un error.


El lunes continuará la historia de amor entre Devin y Catriona.
Mañana es sábado y toca un nuevo fragmento de La viuda de la atalaya. 
El domingo no estaré en casa ya que estaré fuera durante todo el día y, adonde voy, no hay conexión a Internet.
Mi idea es subir todas las semanas en mi blog "Mía Stella" un fragmento de mi relato La estrella, que es el primer borrador que hice de Mía Stella. El día escogido es el domingo, pero, al no poder subir nada este domingo, lo he adelantado a hoy.
Podéis leerlo en este link:

http://vidadeunadama.blogspot.com.es/2013/10/fragmento-adelantado-de-la-estrella.html

¿Os acordáis de mi novela El final de los buenos tiempos? Contaba la historia de un noble inglés, lord William Drury, casado con una rica heredera americana, Anne Carol Jamieson, en la Inglaterra de los años 30. Ambos estaban unidos a través de un matrimonio pactado, pero estaban, en realidad, enamorados de otras personas. No se enamoran el uno del otro, pero su mutua compañía sirve para paliar la soledad y el dolor que sienten al estar lejos de las personas que ellos realmente aman.
Bueno, he subido un borrador de esta historia a Calameo para que la podáis leer de manera online y gratuita.
Éste es el link donde podéis leerla:

http://es.calameo.com/read/002665390e38a78a852c9

Nuestro amigo EldanY, administrador del blog "Relatos cortos", ha alcanzado la friolera de los ¡300 seguidores! Desde aquí, quiero felicitarle. Estoy muy contenta por ti, EldanY. ¡Te los mereces!



Si sois seguidores de su blog, EldanY os ha hecho un regalo para celebrar sus 300 seguidores. Podéis ir a recogerlo en este link:

http://relatosfantasiaelfos.blogspot.com.es/2013/10/somos-300-gracias-todos-mis-seguidores.html

Si queréis descubrir el blog de EldanY, conocer animales que no habíais visto nunca, leer relatos cargados de romanticismo y de fantasía y conocer nuevos lugares, os invito a que os deis una vuelta por su blog.
Es éste:

http://relatosfantasiaelfos.blogspot.com.es

Y hoy es viernes. En su blog "Enamorada de las letras", Citu va a subir el segundo capítulo de su blog novela  Melodías prohibidas. 
¡Prohibido perdérselo! 

jueves, 24 de octubre de 2013

FIESTA DE COMPROMISO

Hola a todos.
Hoy, seguimos con un nuevo fragmento de Fiesta de compromiso. 
Vamos conociendo más detalles acerca de lo ocurrido entre Devin y Catriona.

              Devin empezó a acompañar de mejor grado a Douglas cuando éste iba a ver a Nell. Eran pocas las veces en las que la pareja se quedaba a solas. Devin tuvo la ocasión de conocer mejor a Catriona en aquellos días. Era una muchacha correcta y educada. Sin embargo, también era alegre y sincera. Poco a poco, empezó a nacer en el interior de Devin un sentimiento hacia Catriona que le costaba trabajo identificar. No hacía otra cosa más que pensar en ella. Quería verla de nuevo. A Douglas no le pasaba lo mismo con Nell.
               El propio Douglas tenía que admitir que no había conocido mujer más hermosa en todo el país que Nell. Con su cabello de color negro con reflejos azulados...Con sus hermosos ojos de color violeta...Sin embargo, a pesar de su gran belleza, no estaba enamorado de ella. Aún así, se decía así mismo que sería todo un placer estar casado con ella. Nell era sensual en algunos aspectos. Pero era muy ingenua en otros. Se lo había comentado a sus amigos del Club. Le sería sencillo serle infiel con otras mujeres.
              En una ocasión, Devin y Douglas fueron a hacer su acostumbrada visita. Toda la familia Campbell les estaba esperando en el salón. Les invitaron a tomar el té con ellos. Devin se sentó al lado de Catriona. Cogió una silla para colocarse junto al sillón en el que la joven estaba sentada.
-No veo la hora de verte a solas-le susurró Douglas a Nell-Tenemos que hablar.
-Tendrá que ser en otro momento-le pidió la joven-Mis tíos y mi prima están delante.
-Sospecho que vamos a ser familia-le apostilló Catriona a Devin.
              Señaló hacia el sofá. El lugar donde estaban sentados Douglas y Nell.
-La intención de mi hermano es la de casarse con su prima antes o después, señorita Campbell-le confesó Devin.
                Catriona bebió un sorbo de su taza de té.



-¿Y no cree que es un poco precipitado?-inquirió la chica-No veo a su hermano muy enamorado de su prima. Disculpe que sea tan directa.
-Douglas está decidido a tomar esposa con la intención de engendrar un heredero-contestó Devin con gesto cansado.
              Catriona le palmeó la mano.
-No parece que sean hermanos-observó la chica.
-¿A qué se refiere?-quiso saber Devin.
-En el carácter...Los dos son muy diferentes. Usted me parece más transparente. Más sincero...No veo sinceridad alguna en su hermano, señor Crane.
-Adivina muchas cosas, señorita Campbell. No creo que mi hermano sea el hombre adecuado para su prima. Por desgracia, nunca la hará feliz.
               Cuando se despidieron, Devin besó con reverencia la mano de Catriona.
-Volveré a verla-le susurró.
-Y yo le estaré esperando-le prometió Catriona.
              Se dijo así misma que no sentía celos de Nell. Pero Devin la hacía sentirse hermosa y deseable.
              Devin se subió a la barca y vio cómo Catriona alzaba la mano en el umbral de la puerta de entrada a su casa. Llevaba su cabello castaño suelto y le caía de manera suave por los hombros. Se fijó en su cara sonrosada. En aquel aspecto dulce y cándido...Y sintió algo muy extraño dentro de su pecho.
-¿Qué estás mirando?-le preguntó Douglas.
-Me estaba despidiendo de la señorita Campbell-respondió Devin.
-¿De Catriona? ¡Olvídate de ella! Toda la fortuna es de Elaine. Ella no tiene nada.
           
             Lo cierto era que Catriona estaba empezando a sentirse atraída por Devin. No era sólo por el hecho de sentirse admirada por él.
               Devin era apenas un año mayor que ella. Tenía el pelo de color negro. Era bastante alto. Era delgado, pero estaba bien formado físicamente. Reconoció en él a un ser tan tímido como lo era ella. De algún modo, Catriona se sentía cercana a él. Somos almas gemelas, pensaba la chica.
                  Devin quería ser poeta para escribirle versos a Catriona. Quería describir de manera poética su cabello castaño. Sus ojos del mismo color castaño que su pelo...
                  En otra ocasión, Devin y Douglas fueron a ver a los Campbell y se quedaron con ellos a tomar el té. Douglas encendió un cigarrillo y a Devin le molestó el humo del tabaco. Se apartó de él y se colocó junto a Catriona.
-Mi prima y él hacen buena pareja-le comentó la muchacha-Pero sigo sin ver lo que ella ha visto en él. No quiero que se ofenda, señor Crane.
-Tutéame-le pidió Devin-Muy pronto, vamos a ser familia.
                  Catriona cogió su taza de té y bebió un sorbo. Pensó que Devin estaba muy guapo con aquella camisa blanca. Y que los pantalones de color negro se le ceñían a unas esbeltas y musculosas piernas. Apartó tales pensamiento de su mente. Sintió cómo la sangre se agolpaba en sus mejillas. Bebió otro sorbo de su taza de té.
-¿Estás acalorada?-le preguntó Evanna, su madre-Te has puesto roja.
                  Catriona pidió permiso para salir fuera. Para no dejarla sola, Devin fue tras ella.
-¿Te he dicho algo que te haya podido enojar?-le preguntó, ya en la calle.
-No ha sido eso-respondió Catriona-Ha sido otra cosa, pero me da mucha vergüenza decirlo.
                 Se atrevió a mirarle a los ojos.
-Vales mucho, Cathy-le dijo Devin.
                 Los ojos de ella se abrieron como platos. Devin podía ser otro mentiroso consumado, como lo era Douglas. Pero había algo en su interior que le decía que el joven no se parecía en nada a su hermano mayor. Devin estaba siendo sincero con ella. Y Catriona quería creerle.



                     Sin darse cuenta de lo que estaba haciendo, Devin se acercó aún más a Catriona. Acunó el rostro de la muchacha entre sus manos. Y sus labios tocaron por primera vez los labios de ella besándola con dulzura. Pero había también mucha pasión contenida en aquel beso.
-Lo siento-se disculpó Devin, cuando se apartó de ella.
-¿Lo dices en serio?-inquirió Catriona.
-No...
                      Esta vez, fue Catriona la que se atrevió a besar de manera impulsiva y golosa a Devin.
                     Nadie supo la clase de relación que había nacido entre ellos.
                      Buscaban la manera de quedarse a solas y Devin le robaba besos cargados de pasión y de amor a Catriona.

Por cierto, la encuesta todavía sigue abierta. ¡Aún estáis a tiempo para votar!
El blog "Acompáñame" ha empezado la segunda fase de su reto de Halloween. Todos los que hemos participado en la primera fase hemos recibido un regalo aterrador por participar.
En este link encontraréis la información que necesitáis para participar en la segunda fase del reto. También encontraréis el lugar donde podéis coger vuestro regalo.
Éste es el link:

http://podemos-juntos.blogspot.com.es/2013/10/reto-de-halloween-el-numero-666.html

miércoles, 23 de octubre de 2013

FIESTA DE COMPROMISO

Hola a todos.
Hoy, os traigo un nuevo trocito de mi relato Fiesta de compromiso. 
Entro de lleno en materia.
¡Espero que os guste!

                                La doncella que Nell y Catriona compartían terminó de recoger el cabello de ésta última. Esta fiesta es un error, pensó Catriona, y no quiero ver a Devin.
                               Nell y Catriona habían estado muy unidas desde que Nell fue acogida por sus tíos tras la muerte de su padre. Con el paso de los años, las dos primas habían desarrollado unos caracteres muy opuestos. Catriona aún no había sido presentada en sociedad. Su vida transcurría de manera tranquila en Innis Chonain. Disfrutaba leyendo un buen libro. Nell, por el contrario, se había convertido en una auténtica belleza. Había sido presentada con éxito en sociedad en Edimburgo. Y tenía que enfrentarse a su mayor reto. Anunciar su compromiso.
-Ya es la hora-le avisó Nell.
-¿Dónde están mis padres?-inquirió Catriona.
-Nos están esperando al pie de la escalera.
                       Catriona se apartó de la doncella y se acercó a su prima. Para ser su fiesta de compromiso, Nell estaba muy pálida y muy desencajada. Catriona decidió que pasaría el resto de la noche intentando no ver a Devin. A pesar de que era menor que Nell, Catriona sentía que su deber era cuidar de ella.
-Estoy bien, Cathy-le aseguró su prima.
-No pareces una novia feliz-observó la aludida.
-Son los nervios por la fiesta. Se me pasarán.
                    Catriona se apartó un poco de Nell para mirarse en el espejo. Un mechón de pelo de color castaño se empeñaba en írsele a la frente. Se dijo así misma que estaba bien. Por lo menos, intentaría pasar desapercibida para Devin. Le dio un cariñoso apretón en el brazo a Nell.
-¿Lista?-inquirió Catriona.
                    Nell asintió con gesto asustado.

                    Devin Crane daba cuenta de su copa de champán.
-¿Dónde se habrá metido mi futura esposa?-oyó quejarse a su hermano mayor Douglas-Quiero que el compromiso se anuncie a las doce de la noche.
-Te creía con más escrúpulos-afirmó Devin.
-No se trata de escrúpulos. ¡Se trata de mi futuro!
                   Devin oía a damiselas reírse por tonterías. Oía a caballeros hablando de política. Y tuvo la sensación de que, de no ser por Catriona, él no habría acudido allí.
                   Douglas decidió casarse con Elaine Campbell sólo porque quería engendrar un heredero. Las primeras veces que fue a visitarla, llevó a Devin consigo. De algún modo, su recto hermano menor le hacía sentirse más honorable de lo que realmente era. Douglas tenía una reputación terrible en Edimburgo. De no ser porque Devin era muy apreciado en algunos círculos, le habrían hecho el vacío. El joven opinó que Elaine Campbell era muy hermosa, muy vistosa.
-Tiene que conocer a mi prima, mister Crane-le dijo durante una de aquellas visitas-Se relaciona con muy poca gente.
-¿Su prima?-inquirió Devin.
-Se llama Cathy. Bueno, nosotros la llamamos así. Su verdadero nombre es Catriona Ashley. Es una joven encantadora, mister Crane. Creo que le caerá bien. Además, sospecho que vamos a ser familia.
-¿Lo dice en serio?
-Su hermano está muy interesado en mí. Si sus intenciones hacia mí son serias, seremos familia, mister Crane. ¡Debe de conocer a Cathy!
                   La conoció a los pocos días, durante otra visita. Desde el primer momento, Catriona se apoderó de su mente. Había algo mágico en aquella muchacha. Era tímida, pero, al mismo tiempo, era muy abierta. Le recordaba a una muñequita de porcelana. Llevaba el cabello de color castaño oscuro recogido en un sencillo moño.



               Catriona poseía unas facciones muy dulces. Tenía la piel blanca como la leche. Sus ojos eran grandes, del mismo color castaño oscuro que su pelo. Era una muchacha preciosa. Sin darse cuenta, acabó fijándose en los pechos pequeños de Catriona. Unos pechos que el recatado vestido ocultaba.
               Fueron presentados en el salón.
-Señor Crane, quiero presentarle a mi prima, Catriona Ashley Campbell-le dijo Nell a Devin-Cathy, éste es el hermano de Douglas, Devin Crane. Tienes que ser amable con él, prima. Es el hermano de Douglas. Te he hablado de ellos en varias ocasiones.
-Es un placer conocerle, señor Crane-dijo Catriona-Mi prima Nell me ha hablado muchas veces de usted. Y de su hermano...Le tiene mucho cariño. A su hermano, digo.
-El placer es mío, señorita Campbell-afirmó Devin.
                Y era verdad lo que estaba diciendo.
-Mi prima no para de hablar de su hermano y de usted-dijo Catriona-Tengo la sensación de que les conozco.
-Y yo tenía mucha ganas de conocerla-le confesó Devin.
-No me parezco en nada a Nell.
              Devin le besó la mano con galantería. Y pensó que Catriona era mucho más guapa que su prima.
               Un día, Catriona y Devin salieron a dar un paseo por el bosque de la isla.
-Mi prima no para de hablarme de su hermano-le contó la muchacha.
                    Era menudita. Llevaba su cabello castaño recogido en una trenza. Devin se fijó en que su cuerpo estaba bien proporcionado. Llevaba puesto un vestido de color azul. Llevaban varias semanas tratándose y se sentían a gusto el uno al lado del otro.
-¿Y qué opina de mi hermano?-inquirió Devin.
-No quiero parecer grosera-contestó Catriona-Pero hay algo en él que no termina de agradarme. No lo veo muy enamorado de Nell. Le ruego que no se ofenda.
-No me ofendo. Me agradan las personas que son sinceras.
                       Se sentaron en el suelo. Devin había querido salir a dar un paseo por la isla lejos de la vigilancia de su hermano. Catriona se ofreció a acompañarle.
-Se respira aquí una gran tranquilidad-observó Devin.
                     Catriona, entonces, empezó a hablarle de su vida en la isla. En cuestión de unos meses, sería presentada en sociedad en Edimburgo. Pero le daba mucha pena tener que alejarse de la isla en la que había nacido y en la que había crecido.
-¡Apuesto a que tiene a muchas jovencitas persiguiéndole!-le sonrió a Devin de un modo que él encontró irresistible-Es usted muy agradable y, aunque esté mal que lo diga, también es muy apuesto.
-Es muy amable por decir eso, señorita Campbell-dijo Devin-Pero me temo que es mi hermano Douglas al que más persiguen para atraparle. Yo no busco una esposa, al menos, no por el momento. Estoy estudiando Filología en la Universidad de Edimburgo. He empezado mis estudios no hace mucho. Estoy más centrado en ellos que en buscar esposa.
-Hace bien. El amor llega cuando tiene que llegar. No entiendo el porqué me dicen que me tengo que casar. No estoy interesada en buscar marido. No quiero casarme sin amor.
-Los matrimonios sin amor son muy desdichados. Se lo digo por experiencia. Mis padres no se amaron. No quiero que mis hijos crezcan viendo que su madre y yo somos unos desdichados. No sería justo. Mi madre murió meses después de traerme al mundo. Mi padre murió cuando yo era muy pequeño en un accidente de caza.
                          Catriona sintió pena por Devin. Ella había tenido la enorme suerte de crecer al amparo de unos padres cariñosos y protectores. No sabía el porqué se sentía tan unida a aquel joven.
                       

martes, 22 de octubre de 2013

ENCUESTA

Hola a todos.
Hacía mucho que no hacía dos entradas en el mismo día, pero es que tengo muchas dudas.
Como ya sabréis lo que habéis leído Cruel destino, Mary, la hermana mayor de la protagonista, Sarah, fue víctima de una violación en el pasado. A raíz de eso, se quedó embarazada y también quedó trastornada. En un momento, pensó en entregarle el bebé a un matrimonio amigo suyo, pero decidió provocarse un aborto en avanzado estado de gestación.
Cada vez que lo pienso, tengo la sensación de que Mary no debió de obrar así. Personalmente, no creo que yo sea capaz de hacerlo. No juzgo a quien lo haga porque pienso que cada quien es libre de hacer con su cuerpo lo que mejor le convenga. El ser humano es libre de elegir y yo respeto que los demás tomen sus propias decisiones. Pero yo no lo haría. No sé. No podría deshacerme de un ser que lleva mi sangre.
He leído algunos casos de fetos de seis meses que sobreviven a abortos si se cogen a tiempo. El caso más conocido es el de una mujer que sobrevivió al intento de aborto de su madre biológica y que fue entregada en adopción sin que su madre supiera que estaba viva. Su vida fue llevada al cine en la película October Baby. Puede parecer lo más disparatado que jamás se halla escrito. Pero he leído numerosos disparates en las novelas románticas (una vez, leí el caso de un joven que sobrevive a una herida de puñal ¡en el corazón!).
Llevo mucho tiempo pensándolo. Y no sé. Pienso que el niño pudo haber sobrevivido al aborto (y me imagino que será un niño, cosas mías). Puede haber crecido con una familia adoptiva. Y puede que crezca sano. Puede que Mary no sepa que su hijo está vivo.
Y puede que ese niño crezca y se convierta en un joven que podría tener su propia historia, ¿no?
No sé.
Tengo muchas dudas y necesito ayuda. Me pongo en la piel de Mary y pienso que no habría hecho lo mismo que hizo ella. En aquel momento, pensé que el aborto serviría para el desarrollo de la historia y para entender las decisiones que toma Mary más adelante. Luego, he estado reflexionando y revisando esta historia. Y pienso que Mary debería de conocer a su hijo. Y hablar con él llegado el momento para explicarle lo que le pasó. Y, si puede, que su hijo le haga justicia por lo que le pasó. (Mi lado vengativo aflora a la superficie).
He colocado una encuesta al lado. Podéis votar la opción que mejor os parezca.
Os agradezco de corazón vuestra opinión.
Muchísimas gracias por todo.



FIESTA DE COMPROMISO

Hola.
Hoy, empiezo a subir uno de los relatos que escribí hace mucho tiempo.
Tres relatos míos antiguos (Te echo de menos, Noche de bodas en Marshall Abbey y Amor amargo) los podéis leer en mi blog "Berkley Manor", ya que los he ido subiendo a lo largo de las últimas semanas.
Esta historia también es cortita. La quiero ir subiendo a lo largo de esta semana.
El argumento es el siguiente.
En la isla escocesa de Innis Chonain se celebra una fiesta de compromiso. Los protagonistas no son la pareja que se ha prometido en matrimonio sino dos de los invitados a la fiesta. Es algo parecida a Noche de bodas en Marshall Abbey, pero os daréis cuenta de que son muy distintas.
Aquí empieza:

ISLA DE INNIS CHONAIN, LOCH AWE, 1822

                   Días antes del anuncio de su compromiso, Elaine Campbell, o Nell, como la llamaba todo el mundo, estaba a punto de sufrir un ataque de nervios. Había salido a dar un paseo con su prima Catriona Ashley Campbell. Nell estaba segura de lo que sentía por su futuro marido. Sin embargo, ignoraba lo que él sentía por ella. Las dudas la atormentaban. Así se lo hizo saber a su prima. 
-Tengo miedo de que no me ame, Cathy-le confesó a Catriona. 
-¿Cómo puedes pensar eso?-se escandalizó la aludida-Te ama. No va a encontrar a nadie mejor que tú. 
-Douglas y yo somos muy parecidos. Es terco y orgulloso. Podría arrepentirse. 
-No se va a arrepentir de querer casarse contigo.
-Yo tengo miedo.
-¿Has intentado hablar con él?
-Me dirá que soy una tonta y que me ama. ¡No quiero que piense que soy una tonta!
-¡Oh, Nelly! Tú no eres así. Te preocupas demasiado por lo que Douglas pueda pensar de ti. Si te ama, te respetará. 
                    Las dos jóvenes se sentaron sobre la hierba. Catriona pensó en Douglas Crane, el prometido de Nell. Estaba considerado como uno de los hombres más ricos de toda Escocia. Era el dueño de numerosas posesiones. Nell Campbell vivía con sus tíos desde la muerte de su padre, ocurrida cuando tenía doce años. La madre de Nell había muerto al cumplir ella tres años. Nell ya tenía veinte años. Según sus tíos, tendría que haberse casado hacía mucho tiempo. Sin embargo, Nell había rechazado a todos sus pretendientes. Hasta que conoció a Douglas Crane. 
-Lo que más me asusta es que no me ame-le confesó a Catriona. 
-Lo que estás es asustada-insistió su prima-No sé lo que me pasará cuando se anuncie mi compromiso con algún joven algún día. Pero supongo que estaré muerta de miedo. 
-¡No! ¡No es eso! Douglas y yo no paramos de discutir. Las parejas que se quieren no discuten. Mi mucama me lo dice. Si Douglas y yo discutimos, eso no es bueno. Nuestro matrimonio será un fracaso. Mis padres también discutían mucho. 
-No me acuerdo de eso. 
-Eras muy pequeña cuando murió mi madre. ¡Pregúntaselo a mis tíos! ¡Ya verás lo que te dicen! ¡Oh, Cathy! ¡No sé qué hacer! 
                       Las nubes que cubrían el cielo se veían reflejadas en el agua de Loch Awe. 
                      Es una mala señal, pensó Catriona. Había una auténtica angustia reflejada en el rostro de su prima. Nell amaba a Douglas con toda su alma. 
               

                      Nell miró a su prima. Catriona tenía dieciocho años recién cumplidos. No sabía cómo funcionaba el mundo. En cambio, ella sí sabía cómo era la vida. A sus veinte años, Nell parecía saberlo todo de todos. Hacía escasos meses que ella y Douglas se habían conocido. Y estaba convencida de que lo amaba. No hacía ni una semana que habían hablado de casarse. Tuvo que admitir que había sido una pedida de mano nada romántica. Salieron a dar un paseo a orillas de la isla acompañados por la mucama de Nell. 
-Deberíamos casarnos-le sugirió Douglas-Necesito una esposa. 
-¿Me estás pidiendo que me case contigo?-se asombró Nell. 
-Te deseo, Nell. Pero eres una dama y quiero respetarte. 
                     Nell creyó que se trataba de una declaración de amor en toda regla. Besó enamorada a Douglas. Y dijo que sí a aquella oferta de matrimonio. 
                      Después, Douglas fue a visitar a los tíos de Nell. Les informó que quería casarse con la joven. Gilroy Campbell, el tío de Nell y padre de Catriona, lo hizo pasar a su despacho. 
-¿En serio quiere la mano de mi sobrina, señor Crane?-inquirió Gilroy. 
-Le seré franco-contestó Douglas-Necesito una esposa. No quiero que el inútil de mi hermano se quede con todo lo que es mío. Mis tierras...Mi dinero...Nell es la mujer adecuada para mí. 
-Luego, eso significa que no la ama. 
-Le juro, señor Campbell, que la haré feliz. No habrá ninguna mujer en mi vida. Me consagraré sólo a su sobrina. Pero quiero casarme con ella para engendrar un heredero. Y no quiero un matrimonio de prueba. Quiero que sea legal. 
                       Gilroy accedió, pero tenía sus dudas al respecto. 
                       Se celebraría una fiesta de compromiso para anunciar la boda. Después de eso, el anuncio de la boda se extendería por toda Escocia. Las amonestaciones serían repartidas en el menor tiempo posible. 
                         Douglas Crane tenía una fama terrible de ser un mujeriego. Antes de conocer a Nell, estuvo a punto de morir víctima de una sífilis que le contagió una de sus amantes, la esposa de un Ministro inglés. A raíz de aquello, llegó a la conclusión de que tenía que casarse. Su heredero, en el caso de no tener hijos, sería su hermano menor, Devin Crane. Douglas no sentía el menor cariño por su hermano. Era el hijo nacido del segundo matrimonio de su padre. Además, Devin era todo lo que Douglas no era. Era serio, ahorrador y responsable. Lo último que quería el hombre era ver a Devin convertido en el heredero de todo lo que era suyo. Y se fijó en Nell Campbell. 

-¡Por fin, han llegado!-exclamó Raisie, la mucama de Nell cuando la oyó hablar con Catriona en el recibidor-¿Dónde se ha metido, señorita?-Se dirigió a Nell-No puede perder el tiempo. Su fiesta de compromiso es en unos días. Su tía la está esperando. 
-No tengo ganas de nada-contestó Nell-Sólo quiero acostarme. No quiero saber nada de listas de invitados. Me duele mucho la cabeza. 
-¿Cómo que le duele la cabeza?-se escandalizó Raisie-¡A una futura novia no le puede doler la cabeza! ¡Se va a casar con el hombre más rico de toda Escocia! 
                      Nell y Catriona hicieron caso omiso a las quejas de Raisie. Catriona acompañó a su prima a su habitación. La dote de Nell era muy elevada. Como también eran muchas las posesiones y la fuerte suma de dinero que le había legado su tío antes de morir. 
-¿De verdad te sientes mal?-inquirió Catriona. 
-Sólo quiero cerrar los ojos-contestó Nell. 
-Debería de verte un médico. ¡Oh, prima! Te has puesto muy pálida. 


                           Llegaron a la habitación de Nell. La joven negó con la cabeza. Besó a Catriona en la mejilla. Le aseguró que se encontraba bien. Catriona la vio entrar en su habitación y cerrar la puerta. Entonces, pensó en que Devin también iría a la fiesta. 

-¡Cielo Santo!-exclamó Evanna, la madre de Catriona y tía de Nell-¡Mañana es la fiesta! ¡Aún queda mucho por hacer!
                     Catriona estaba con su madre sentada a la mesa. Evanna estaba confeccionando la lista de invitados. 
-¿Debemos de invitar a los Banner?-preguntó Evanna a nadie en concreto-¡Son nuestros vecinos!
-No nos llevamos bien con ellos-respondió Catriona. 
-Aún así, tenemos que invitarles. ¡Qué poca gente vive en esta isla! Pero es mejor vivir aquí que vivir en Edimburgo. 
                    Catriona le estaba escribiendo una carta a una amiga suya que había viajado a Edimburgo para su puesta de largo. 
-Después de la boda de Elaine, hemos de ir pensando en tu boda-le aseguró Evanna a su hija-Nos ha costado mucho trabajo casarla. Contigo será más fácil, Cathy. Eres muy dócil. 
-Intento no meterme en líos-le aseguró su hija-Obedezco. Aunque...Creo que Nell está muy asustada. 
                       Su prima sospechaba que Douglas no la amaba. Catriona sentía miedo ante la cercanía de la fiesta de compromiso de Nell. Devin, como hermano de Douglas, iría a la fiesta. Y Catriona no estaba nada segura de querer verle. No le había contado a Nell lo ocurrido. Su prima tenía bastante con todos los problemas que se le avecinaban. Como la perspectiva de un matrimonio sin amor...

Mañana, subiré otro trocito. 
Los protagonistas de este relato no son Nell y Douglas, sino que son Catriona y Devin. 
No lo he olvidado. ¡Hace unos días llegué a la cifra de 100 seguidores! En la actualidad, son 101 seguidores. ¡Estoy super contenta! ¡Muchísimas gracias! 
Nunca pensé que llegaría este día. A trancas y barrancas, con fallos y con aciertos, este blog va camino de cumplir su segundo año de vida. 
¡Muchísimas gracias a todos por haber hecho posible este sueño! 


lunes, 21 de octubre de 2013

UN BLOG DE HALLOWEEN

Hola a todos.
¡Halloween ya está a la vuelta de la esquina!
Como os habréis dado cuenta, le he cambiado la cabecera a mi blog. Por lo menos, hasta que pase el Día de las Almas.
He puesto una de las cabeceras que forman parte de la primera parte del reto al que nos invita a participar el blog "Acompáñame" con motivo de la fiesta más aterradora del año: Halloween.
Lo que tenéis que hacer es cambiar la cabecera de vuestros blogs y darle un aire de lo más aterrador, muy acorde con la fecha que se acercan.
Os invito a que os paséis por este link para que veáis las cabeceras que podéis usar para decorar vuestros blogs para celebrar la fiesta más terrorífica de todo el año y lo que tenéis que hacer para poder participar en el reto.

http://podemos-juntos.blogspot.com.es/2013/10/reto-de-halloween-primera-fase_16.html

Dentro de dos días, conoceremos la segunda parte del reto.
¡Seguro que es muy interesante!


sábado, 19 de octubre de 2013

LA VIUDA DE LA ATALAYA

Hola a todos.
¡Por fin es sábado!
Hoy, toca un nuevo fragmento de La viuda de la atalaya. La misteriosa Nicole Bascomb entra en escena.
Y se fija en las dos primas.

                             Treinta años, pensó Nicole.
                             Llevaba treinta años atrapada en aquel lugar.
                             Se fijó en la joven que vegetaba sentada en un balancín. De algún modo, Nicole se sentía unida a ella. Otra pobre viuda con el corazón roto por un amor ingrato, pensó. Nadie la veía.
                             La joven se llamaba Erin. No le parecía una joven fea. Al contrario...Era muy atractiva. Nicole la conocía de verla en el castillo corretear de un lado a otro. Antes de enamorarse de Bastien, Erin había sido muy alegre. Había sido también muy extrovertida. Siempre estaba haciendo visitas a las casas de sus vecinos.
-Yo te entiendo-le susurró Nicole.
-¿Nessie?-inquirió Erin sobresaltada.
                        Miró por todas partes buscando a su prima. Pero Vanessa no estaba en su habitación.
-¿Quién me ha hablado?-preguntó Erin en voz alta-¿Quién anda ahí? ¿Nessie? ¿Eres tú?
                        Nicole se acercó a ella y se fijó en su mentón ligeramente cuadrado. Su nariz era recta. Y sus ojos eran grandes y de mirada profunda. Los ojos de Erin parecían estar vacíos de toda expresión. Estaban cubiertos por una fina capa de pestañas doradas. Su piel se estaba tornando blanquecina del tiempo que llevaba encerrada en el castillo. Ya no se parecía en nada a la joven que salía a la calle sin querer llevar puesto el sombrero sobre su cabeza. O sin querer llevarse la sombrilla para protegerse de los débiles rayos del Sol inglés.
                     Nicole alzó la mano y acarició con sus dedos invisibles el rostro de Erin. Un escalofrío recorrió la columna vertebral de la joven. Había alguien en la habitación. Alguien a quien ella no podía ver.
                     El cabello de Erin, de color rojo, estaba suelto. Siempre lo llevaba suelto. Le caía en graciosos rizos por la espalda. Lo llevaba algo enredado.
-No tengas miedo-le susurró Nicole.
-¿Quién eres?-preguntó Erin.
-Soy como tú. Otra viuda...
                       Erin se puso de pie de un salto y Nicole se percató de lo alta que era.



                      Muy asustada, Erin salió corriendo de la habitación.
                      Vanessa estaba en la atalaya. Miraba con cierto pesar hacia el horizonte. Dos amores que se truncaron, pensó la joven. Nicole había sido abandonada por su amante. Y Erin había sido abandonada por el hombre que ella amaba.
                         En aquel momento, apareció Erin corriendo en el atalaya.
-¡Nessie!-chilló.
                         Su rostro estaba desencajado. Vanessa se asustó porque su prima estaba muy pálida. Parecía que estaba a punto de desmayarse.
-Hay un fantasma en mi habitación-le contó-Ha hablado conmigo.
-¿Qué estás diciendo?-se asustó Vanessa.
-Dice que ella es como yo. He podido sentirla. Era una mujer.
-Nicole...
-¿Cómo lo sabes?
                        Los pasos de Nicole la llevaron hasta la atalaya.
                         Vio a Erin. No estaba sola porque había una muchacha más joven a su lado acompañándola.
                           Era una joven con el cabello de color rubio. Sus ojos eran de color azul claro, como el cielo. Había una auténtica preocupación en aquellos ojos al posarlos sobre Erin.
-¿Acaso crees que el fantasma de Nicole Bascomb me está acechando?-inquirió la joven.
-Todavía no lo sé, prima-contestó Vanessa-Las dos fuisteis engañadas por dos hombres que no os amaron. Hay muchas similitudes entre vosotras.
-El caso de esa mujer es distinto. Bastien me amaba.
-¿En serio lo crees? Erin, todo el mundo sabe que Bastien te traicionó. Te fue infiel con Simone. Un hombre que ama de verdad a una mujer no la engaña con otra. Tú lo sabes.



                          Nicole pensó que Vanessa tenía algo de la inocencia que le arrebataron una vez. Se acercó a ella.
                         De pronto, un escalofrío recorrió la columna vertebral de Vanessa. Tenía la sensación de que Erin y ella no estaban solas en la atalaya. La atalaya...El lugar favorito de Nicole...
-Está aquí-susurró Vanessa.
-No nos hará daño-le aseguró Erin.
-¿Cómo lo sabes?
-Creo que le doy pena porque también me abandonaron. Como la abandonaron a ella.
-Será mejor que bajemos al salón.
                     Vanessa estaba aterrada. Empezó a caminar con paso apresurado.
                     Erin, en cambio, permaneció un rato más en la atalaya. Nicole y ella tenían muchas cosas en común.
                      Sabía que Nicole estaba allí.
                      No podía verla, pero sí podía sentirla.
-¡Erin!-la llamó a gritos Vanessa.
-Ya voy-contestó la aludida-Nicole...
-Sabes que Bastien no volverá-le volvió a susurrar aquella voz.
                    Era una voz cansada. La voz de una persona que llevaba sufriendo muchos años. Erin abandonó la atalaya a toda prisa. Pero sentía que Nicole se quedaba allí. Intuía que volvería a saber de ella antes o después.

viernes, 18 de octubre de 2013

¡NO OS PODÉIS PERDER LO QUE NOS TRAE CITU EN SU BLOG!

Hola a todos.
Hoy, seguimos con las promociones.
En este caso, quien viene cargada de noticias es nuestra buena amiga Citu, administradora del blog "Enamorada de las letras".
Gracias a este blog, he descubierto lugares realmente maravillosos como el archipiélago de Jambelí, en Ecuador. Me estoy enamorando de este archipiélago porque es realmente precioso y muy acogedor.
Para empezar, os dejo el link donde podéis empezar a leer su blog novela Melodías prohibidas. Richard y Annemarie son miembros de la aristocracia en la Inglaterra de 1875. Pero también son dos almas rebeldes que se ven unidas por la música.
Éste es el link donde podéis empezar a disfrutar de una historia de amor preciosa y cargada de intensidad y de sentimiento:

http://enamoradadelasletras.blogspot.com.es/2013/10/melodia-prohibidas-capitulo-1.html

Y ha sido gracias a Citu de que me he enterado de una iniciativa solidaria muy atractiva.
Se trata de escribir un relato que formará parte de una Antología de relatos con fines solidarios. El relato puede ser romántico, paranormal, contemporáneo, histórico, etc. Pero debe de incluir un gato.
La organizadora se llama María del Carmen Rodríguez. Ha tenido esta idea buscando un futuro mejor para unos preciosos gatitos que abandonó en la calle. Me gustan los gatos y me gusta también escribir. ¿Qué mejor manera que reunir lo que más me gusta en una sola cosa?
Os dejo el link donde encontraréis los requisitos que debéis seguir si queréis participar en esta Antología y cuándo se abren y se cierran los plazos para la entrega de relatos.

 Uno de los gatos a los que podréis ayudar si participáis en la Antología.

Mañana, subiré un nuevo trozo de La viuda de la Atalaya. 
Estoy empezando a considerar la idea de subir un trozo de La estrella cada domingo para ir más despejada.
Aún no lo he decidido.
¡Hasta mañana!


jueves, 17 de octubre de 2013

LECTURA ONLINE DE MI RELATO "NO ES AMOR"

Hola a todos.
Hoy, continuamos con las promos. En este caso, me toca hacer un poco de autopublicidad.
El caso es que he subido esta tarde otro de mis relatos a Calameo. Se puede leer allí de manera online y gratuita.
No es muy bueno. Lo escribí hace algún tiempo con la intención de presentarme a un concurso. No gané, pero creo que podría servir como base para escribir una buena historia algún día.
De momento, he querido compartirlo con vosotros en Calameo.
No es una historia romántica, sino que toca que es una auténtica lacra para nuestra sociedad como lo son los malos tratos.
No puede haber amor en una relación marcada por el miedo y el horror.
Tiene diecinueve páginas y el tema que abarca es duro. Me tocó el tema de los malos tratos de cerca y es una forma de sacar fuera todo lo que llevo dentro.
El argumento es el siguiente:

Morgana es una joven que vive en Irlanda a principios del siglo XIX. A pesar de que ella ama ciegamente a Rian, su marido, éste es un hombre cruel y tiránico con ella. La maltrata, la engaña, la humilla, la golpea y ha convertido su vida en un verdadero calvario. Morgana lucha por mantener intacto su espíritu, pero sólo encuentra una salida si quiere salvar su vida en una época donde no tiene ni voz ni voto.

El link para leerlo es el siguiente:

http://es.calameo.com/read/0026653906bd91fab001f

Espero, de corazón, que os guste.


miércoles, 16 de octubre de 2013

UNA MAGNÍFICA IDEA QUE HA TENIDO NUESTRA AMIGA TAMARA

Hola a todos.
Aquí está el segundo anuncio de la semana.
Nuestra buena amiga Tamara Villanueva, administradora del blog "El arte de las palabras", ha tenido una maravillosa idea.
Yo participo en ella porque considero que es una gran oportunidad para conocer otros blogs y otros bloggers.
Os dejo con este link del blog de Tamara. Allí encontraréis más información acerca de en qué consiste esta magnífica idea.
Conoceréis otros blogs. Tan sólo hay que seguirlos y ser participativos en ellos. Comentar en ellos.
Éste es el link:

http://tamaravillanueva.blogspot.com.es/2013/10/intercambio-te-apuntas.html

Os invito a que participáis en esta iniciativa. ¡Os aseguro que no os vais a arrepentir!



Mañana, haré otro anuncio.
¡Hasta mañana!

martes, 15 de octubre de 2013

YO PARTICIPO. ¡AÚN ESTÁS A TIEMPO DE PARTICIPAR!

Hola a todos.
Lo prometido es deuda. Aquí tenéis la noticia que pensaba daros.
Una muy buena amiga de este blog, Anna, va a celebrar en su blog "Romance" el primer Certamen de Microrrelatos.
El plazo de entrega finaliza este jueves, día 17 de octubre, a las doce de la noche. ¡Aún estás a tiempo de participar! El relato ha de ser de temática libre, pero que sea contemporáneo. Tiene que tener entre cinco y diecisiete líneas.
Si queréis conocer requisitos para participar, cuál es el premio (entre el que se encuentra una edición en e-book de su relato Una carta sin destino) y cómo se llevarán a cabo las votaciones, os dejo este link donde Anna os lo explica con todo detalle:

http://romanceanna.blogspot.com.es/2013/09/i-certamen-de-microrrelatos-2013.html

Si os gusta escribir, ¿a qué estáis esperando para participar? ¡Aún estás a tiempo!
Enviad vuestros micorrelatos a la siguiente dirección de correo electrónico:

sirenita1979@gmail.com

¡Cuántos más participemos más divertido será!
Yo participo. Aunque me ha costado sudores escribir una historia contemporánea (no es lo mío) condensada en unas pocas líneas. ¡Te invito a que participes tú también!
Y mañana os traigo otra noticia a la que no vais a poder resistiros.
¡Hasta mañana!

lunes, 14 de octubre de 2013

ANUNCIO

Hola a todos.
Tengo que daros una noticia.
La viuda de la atalaya recupera su día de la semana habitual, que es el sábado. Eso no lo voy a descuidar porque es algo que tengo prometido que subiré todos los días.
Esta semana, tengo que hacer varias promos y no tengo tiempo para subir a este blog ninguna historia. He empezado a subir un relato corto que escribí hace bastante tiempo a mi blog Berkley Manor, que está dividido en tres partes (serían dos, pero es que me resulta demasiado pesado).
Lo que quiero deciros es que la semana que viene, a excepción del sábado, no haré ninguna entrada en este blog.
El motivo es muy sencillo.
Con el corazón roto, una de mis novelas, tiene su propio blog. Es una especie de saga y he dedicado este blog a hablar de las historias que la forman y de sus personajes.
El link de este blog es éste:

http://vidadeunadama.blogspot.com.es/

El caso es que es un blog al que no le he dado mucho uso. Hasta que Tamara Villanueva, miembro, al igual que yo, del Club de las Escritoras y administradora del blog "El arte de las palabras", me concedió el Premio El Blog Más Real. Un premio que me sorprendió porque no me lo esperaba. Pero que me daba una indicación de por dónde debía ir.
El blog necesita más vida y quiero dársela, aunque sea poco a poco.
De momento, estoy empezando a subir el primer borrador de Mía Stella. A esta historia le he escrito varios borradores, cambiando los años, los lugares y haciendo variaciones con los apellidos y con algunos de los nombres de los personajes.
El borrador no es muy bueno, pero me apetecía compartirlo con vosotros. Se llama La estrella y es bastante cortito.
Conoceremos a Freddie, a Olivia y a Estelle (aunque aquí su nombre sea Hester, que es muy similar).
Freddie regresa a su casa, que no es en Streetman, sino en la isla fluvial de Neebish, tras haber participado en la Guerra de Secesión. Se alistó en el Ejército tras la muerte de su mujer. Es el hermanastro de Olivia, quien, a su vez, es la prima de Hester. Hay una diferencia. Hester y Olivia se conocen. Viven juntas desde el primer momento. Y Freddie y Hester se conocen desde que eran niños y siempre han sido muy buenos amigos.
Freddie regresa destrozado del frente, pero encuentra en Hester un gran apoyo. Y, poco a poco, esa amistad irá dando paso a un sentimiento mucho más fuerte y poderoso.
En este link, empezaréis a leer su historia:

http://vidadeunadama.blogspot.com.es/2013/10/la-estrella.html

Lo estoy subiendo tal y como viene en el documento de Word donde lo guardé. Sin corregirlo. Tal cual lo escribí para ahorrar tiempo.
Deseo de corazón que os guste.
Mañana, empezaré con las promos.
¡Hasta mañana!



Isla de Neebish, en el río Saint Mary, en Michigan. Éste es el lugar donde transcurre La Estrella. 

sábado, 12 de octubre de 2013

NOCHE MÁGICA

Hola a todos.
Hoy, me gustaría compartir con vosotros este cuento. Lo escribí hace algún tiempo y me ha servido como base para escribir mi novela A orillas del mar. 
Quería escribir la típica historia del aristócrata que se enamora de la institutriz de una familia suya. Pero pensé que el aristócrata no pegaba ni con cola con la institutriz y había terminado un poco harta de nobles. De modo que...¡Tenéis que leer el cuento!
No es muy bueno. Lo escribí hace algún tiempo y tiene varios fallos.
Transcurre durante la noche de San Juan. La magia existe y puede influir de muchas maneras.
¡Ojala os guste!

ISLA DE VAILA, EN EL ARCHIPIÉLAGO DE LAS SHETLAND, 24 DE JUNIO DE 1895           

           Habían pasado tres días desde que llegaron a la isla de Vaila. No era la primera vez que los primos Lucien y Rose Kilcairn visitaban aquella isla. Habían pasado todos los veranos de su vida en aquel lugar. Los padres de Lucien no podían asistir aquella vez. De modo que el joven había ido acompañado por su tía viuda Felicia, su prima Rose y la institutriz de ésta última, Alexandra North.       
             Lucien había pasado los tres últimos días intentando esquivar a Rose. 
             Su prima no le dejaba ni un momento en paz. 
             Dos días después de su llegada, Lucien decidió visitar Mucklaberry Castle.
-¡Voy contigo!-decidió Rose.
-Está algo lejos-le recordó Lucien. 
           A Rose no le importó. 
-Sólo quiero estar contigo-afirmó. 
            El molino de la isla estaba funcionando cuando Rose y Lucien salieron a la calle. Hacía poco que se había inaugurado el Ayuntamiento de la isla. El castillo había hecho las veces de torre vigía para alertar a la población cuando se avistaba un barco pirata. 
-¿Dónde están ahora los piratas?-inquirió Rose. 
-Ya no quedan piratas-contestó Lucien-Desaparecieron. Fueron ahorcados. 
-Yo creo que debe de quedar algún pirata por ahí escondido. 
                 Pasaron por delante de una magnífica mansión de estilo eduardiano. 
-¿Quién vivirá ahí?-le preguntó Rose a Lucien-Debe de vivir algún aristócrata. 
              Lucien no respondió. Se preguntó el porqué su prima había decidido salir con él aquella tarde. Sin embargo, una parte de él agradecía el tener a Rose cerca. Se puso nervioso cuando notó cómo su prima se acercaba accidentalmente a él mientras caminaban. Podía percibir el aroma del perfume de esencia de rosas, que era el que Rose usaba. El calor que desprendía su cuerpo. 
            Piensa en Alexandra, se dijo Lucien así mismo. No quería mirar a Rose. Llevaba el pelo recogido en una trenza larga y rubia. Y un mechón se le venía a la frente. El Sol daba de lleno en aquel rostro tan adorable. Y él se vio así mismo tragando saliva mientras pensaba que no había visto nada más arrebatador en su vida.   
          Mientras Rose y tía Felicia dormían profundamente, Lucien aprovechó para seguir a Alexandra que había bajado a la playa. Le había costado trabajo tomar aquella decisión. Había llegado el momento de seducir a Alexandra. Y aquella noche era la más idónea. Permaneció en su habitación durante un buen rato. Su tía Felicia debía de creer que estaba durmiendo. Rose también estaba dormida. Lucien se miró en el espejo. Se dijo así mismo que estaba bien. Se había afeitado aquella misma mañana. Se limitó a peinarse bien. Se miró de nuevo en el espejo. No tenía tiempo de cambiarse de ropa. Aquel traje que lucía era nuevo. Se dijo así mismo que iba elegante. 
                Salió de su habitación. Procuró no hacer ruido cuando salió de casa. Estaba en silencio. Se oía música en la distancia. Lucien caminaba con decisión. 
                Al parecer, los vecinos pensaban en hacer una hoguera para celebrar San Juan. La madera estaba ya ardiendo cuando llegó a la playa. Debían de ser las doce pasadas. Alexandra estaba sentada a pocos metros de la hoguera. El fuego de la hoguera se reflejaba en sus pupilas. Lucien se sentó a su lado. Alexandra fingió no verle. También le creía a él dormido. ¿Qué querría?, se preguntó.
      Estaba tan cerca de ella que podía rozarla. ¿Por qué no se atrevía y le plantaba un beso en plena boca? Se decía que San Juan era la noche más  mágica del año. Podía conseguir el corazón de Alexandra aquella noche. Y también su cuerpo.
      Pero no podía acercarse a ella.
-No sé si he hecho algo que la haya molestado, miss North-dijo Lucien bajando la cabeza-Si es así, le pido que me disculpe. No era mi intención.
-Usted no es una persona que sepa lo que quiere, mister Kilcairn-afirmó Alexandra-Ni en la vida ni en lo demás.
      Lucien la miró intrigado. Quería acercarse a ella y decirle unas cuantas cosas, aprovechando que estaban solos. Si era cierto lo que se decía de San Juan, entonces, tendría que ocurrir algo, ¿no? Que Alexandra se fijara en él. Que le viese como algo más que un crío asustadizo y patoso, el primo de su pupila. Era así como lo veía ella. ¿Por qué? ¿Por qué no le miraba con otros ojos? Alexandra tenía que enamorarse de él antes o después, se dijo.
      Quizás, aquella noche…con el fuego como testigo…



      Se ruborizó con pensar en la idea de que su primera vez tendría lugar ante el fuego de una hoguera.
-Mi mayor deseo es que Rose sea aceptada por la alta sociedad en la que pretende introducirla su madre-afirmó Alexandra. Hablaba con pasión. Lucien se dio cuenta de ello-Y ella lo que quiere es estar con usted, sólo Dios sabe el porqué-Y ella, se dijo Lucien, cada vez más extrañado-Desde que nos conocimos, Rosie me ha mencionado en muchas ocasiones que su mayor deseo es convertirse en su esposa. Se lo ha comentado muchas veces a su familia, pero piensan que se trata de un comentario de niña pequeña.
      Pero Rose ya no era una niña. Lucien llevaba algún tiempo dándose cuenta de que su prima había crecido. Pronto, sería una mujer. Una mujer adulta. Obedecería a su madre y sería presentada en sociedad, aunque tía Felicia tuviese que mendigar para ello.
      Y se casaría.
-Y usted piensa que no lo es-dijo Lucien con apenas un hilo de voz-Piensa que mi prima quiere casarse conmigo.
      Alexandra asintió.
-Su prima ha sido, en muchas ocasiones, brutalmente honesta conmigo-se sinceró-La sinceridad es una cualidad que escasea mucho en la alta sociedad. Y su tía y su prima son muy sinceras. Rosie quiere casarse con usted, pero acabará obedeciendo a su madre y se casará con otro-A la luz de la fogata, Alexandra vio palidecer el rostro de Lucien-Es una muchacha sensata que sabe que su unión es casi imposible debido al parentesco que les une.
      Lucien suspiró con pesar. Todo lo que le había dicho la bella institutriz era cierto. La falda de Alexandra estaba un poco subida y él pudo ver una pequeña porción de la piel de sus piernas. No llevaba puestas las medias y sintió cómo la sangre se agolpaba en su cerebro. Después, bajó hasta su entrepierna. Lucien reprimió un suspiro placentero. Pudo haberse acercado aún más a ella. Sin embargo, estaba como paralizado y era incapaz de moverse por voluntad propia. Deseaba a Alexandra, deseaba el cuerpo de Alexandra, pero ¿realmente estaba enamorado de ella? Su cerebro le decía que no podía fijarse en Alexandra porque tía Felicia podía echarla si descubría que mantenía una relación amorosa con el primo de su pupila.
-Siempre está con la idea del matrimonio, de que deberíamos casarnos y yo no quiero casarme con ella-afirmó Lucien, preguntándose si estaba siendo sincero.
-¿Qué siente por su prima?-preguntó Alexandra-¿La odia?
-¡Por supuesto que no!
-¿La ama?
-Yo…la quiero…mucho…
-¿La quiere como mujer?
-¿A qué se refiere? No la entiendo…
      Lucien, en el fondo, sabía a qué se estaba refiriendo Alexandra con aquella pregunta. 
-Le estoy preguntando si está enamorado de ella-contestó la institutriz con cierta rigidez.
-Yo no puedo estar enamorado de Rosie…¡somos familia!-exclamó Lucien.
      Intentaba convencerse así mismo de que no podía estar enamorado de su prima. Pero no lo conseguía. Escuchaba una voz que procedía de su pecho que le llamaba a gritos mentiroso, pero intentaba no escucharla.
      A su alrededor había varias personas que no dejaban de bailar alrededor de la hoguera como si estuvieran interpretando una danza primitiva. Alguien se acercó a ellos y les dio un vaso de vino. Alexandra lo rechazó, haciendo un mohín con sus bonitos labios. Sin embargo, Lucien lo aceptó. Pensó que, si bebía vino delante de Alexandra, quizás ella le viera con otros ojos y comenzara a pensar en él como un hombre adulto y viril porque bebía alcohol. Tuvo la sensación de que tía Felicia iba a aparecer en cuanto bebiese el primer sorbo y le daría una colleja al tiempo que le llamaba borracho.
      El vino le pareció muy dulce. Excesivamente dulce, pensó con asco. No obstante, se obligó a tragar y también a beber un nuevo sorbo. Alexandra le contempló con una expresión hierática.
-Tendríamos que haber traído una carabina que nos hiciera compañía-dijo Alexandra.
-¿Cómo mi prima?-terció Lucien.
      Ella no varió en su expresión. El muchacho tuvo la sensación de que iba a regresar corriendo a la casa. Tenía miedo de que él intentara propasarse con ella. Y Lucien sabía que tenía razón. Que quería algo de ella aquella noche.
-Mi prima podría servirnos de carabina-opinó Lucien.
      Alexandra tenía la vista fija en algunas parejas que se estaban retirando de manera disimulada hacia detrás de alguna roca y pensó en lo que pretendía hacer Lucien con ella. Sintió asco.
-Su prima es una chica alegre que disfruta con la diversión más sana, aunque, en ocasiones, puede que peque de infantil-opinó la joven institutriz-Pero eso es bueno, en mi opinión. Además, la belleza está en los ojos de quién la vé-Alexandra habló con un temblor en la voz-Y su prima, a entender de algunos, puede ser muy hermosa.
      Lucien no rió ni tuvo ganas de reír.
-Ningún tipejo de esos ricos y con títulos es lo bastante bueno para ella-afirmó con rabia. Alexandra, en silencio, le dio la razón-Ninguno de ellos sabría tratarla como se merece. Es frágil, es pequeña…¡necesita alguien que la proteja, joder! Ahora, que si me entero de que alguno de esos imbéciles le hace daño, se ríe de ella, la engaña o la trata mal, les parto la cabeza. ¡Le juro por la memoria de mi abuelo que les parto la cabeza si le hacen daño a Rosie!
-Usted quiere mucho a su prima, por lo que veo; si la odiase, no habría tenido la explosión que acaba de tener-observó Alexandra, que daba la razón a Lucien en todo y pensaba que, si él no era capaz de partirle la cabeza al que se metiera con Rose, lo haría ella. No le tenía miedo a la sangre-Pero intuyo que su prima es capaz de defenderse ella misma y puede que haga eso mismo.
-Yo también lo creo-corroboró Lucien-Cuando estuvo en Cambridge por Navidad con mis padres, vio a un tipo que pesaba el doble que yo y medía el doble que yo metiéndose conmigo. Rose se puso echa una hidra y fue a por él. Comenzó a pegarle y a decirle que nadie se metía conmigo-Sonrió con el recuerdo-Le dio una buena paliza, y eso que es más pequeña que yo.
      Alexandra tuvo que admitir que la impulsividad era un rasgo del carácter de su pupila que no había conseguido corregir.
-Comprendo-dijo-Y mucho me temo que Rosie seguirá atacando a todos los matones que se metan con usted. Lo tiene como idealizado. No vé defecto alguno en usted.
      Lucien no pudo evitar sentirse halagado por aquel comentario. Le halagaba saber que Rose se preocupaba por él. Que lo quería con locura. A su primo, que siempre pecaba de bocazas. Que podía parecer un mal primo y un mal amigo. Pero que sabía que jamás le fallaría. Su abuelo Jamie le había dicho que tenía que hacer lo imposible para mantener unida a la familia. Y eso haría.
-Me gustaría acompañar a mi prima a cada velada a la que la inviten, aunque mucho me temo que no sé nada de buenos modales-se lamentó Lucien.
      Alexandra se preguntó si el joven le estaba lanzando una indirecta para que fuese también su institutriz. Ella no estaba dispuesta a tener otro alumno.
-No sé nada de la alta sociedad, excepto lo que leo en el periódico cuando puedo leerlo-dijo Lucien.
      No quería tener por alumno a un chico que era su rival, se dijo Alexandra. Así era como veía al muchacho. Como un rival.
-¿Es que no está al día de lo que pasa en nuestro país, mister Kilcairn?-se burló la joven.
-Estoy pendiente de mis estudios-respondió Lucien con inocencia-Después, buscaré trabajo, cuando los acabe. Y, una vez que tenga trabajo, me echaré novia y nos casaremos.
      Alexandra lo miró con recelo.
-¿Son esos sus planes o los planes que sus padres han trazado para usted?-preguntó con curiosidad.
-Son planes…planes de futuro-respondió Lucien-Lo que han hecho mis padres y mis tíos…supongo.
-Pero usted no es su padre, ni tampoco su tío. Tendrá que aprender primero cómo funciona el cerebro y el corazón de una mujer. Usted jamás ha tenido contacto previo con mujer alguna, por lo que deduzco. ¿Cómo espera que su matrimonio funcione si jamás será capaz de comprender los sentimientos de su esposa?
-Yo la querré mucho.
      Lucien creía que el amor bastaba para ser feliz en una unión. Si sus padres y sus tíos habían sido felices amándose, ¿por qué no podía serlo él?
-No debería de seguir el ejemplo de su prima, que se casará sin amor-le aconsejó Alexandra.
-No se casará con nadie-afirmó Lucien. No creía que Rose pudiese casarse con alguien. No amándole como decía que lo amaba. Era imposible-Irá a fiestas porque le gusta bailar, pero nunca se casará con un hombre que no la merezca.
      Era la primera vez desde que conoció a Alexandra que Lucien hablaba con ardor. Pero no se refería al que creía que era el objeto de su deseo. Se refería a su prima.
-Ahora mismo está hablando como un amante-observó Alexandra.
      Había celos en el tono de su voz. Pero ¿por quién sentía celos? ¿Tenía celos de Rose? ¿De él? Por lo general, una mujer que se siente atraída por un hombre siente celos de la mujer que le disputa la atención. No una mujer siente celos de un hombre por el que se siente atraída otra mujer. No tenía sentido. Pero Lucien estaba descubriendo cosas acerca del amor cuya existencia desconocía. O, al menos, sospechaba que existían otras clases de amor, aunque todas tenían el mismo origen: el corazón y los sentimientos.
      Alexandra tuvo miedo de que Lucien descubriese la verdadera naturaleza de sus sentimientos hacia Rose y pudiese ir corriendo a contarle el cuento a su tía.
-No estoy hablando como ningún amante, sino que creo que conozco a mi prima mejor que usted y sé cómo piensa y cómo actúa-replicó Lucien mientras veía cómo cada vez quedaba menos gente bailando alrededor de la hoguera.



-Cree que conoce bien a su prima, pero ignora lo que siente por usted-le espetó Alexandra-Piensa que su idea de casarse con usted es una broma. Le puedo garantizar que Rosie habla en serio cuando lo dice. No es un capricho, mister Kilcairn.
      Lucien no pudo evitar que la sangre se agolpase en sus mejillas cuando escuchó las palabras de Alexandra. Tanto ella como Rose hablaban muy en serio.
-Mi prima siempre ha estado muy mimada por mis tíos-dijo, consciente de que, en el fondo, no era del todo cierto-Mi tío le reía la gracia cada vez que decía que quería casarse conmigo y tener muchos hijos. El pobre no tenía muchas luces.
      Lucien se arrepintió enseguida de lo que había dicho porque su tío Óscar era precisamente todo lo contrario: un hombre muy inteligente. Alexandra se dio cuenta de que había pillado a Lucien en una mentira.
      El muchacho, abochornado, regresó a su casa. No estaba consiguiendo nada con ella, excepto quedar delante de ella como un imbécil. Alexandra había puesto un límite en la relación que quería establecer con él. A sus ojos, no era más que el primo de su pupila. Y, de paso, también un crío. ¿Qué mujer hecha y derecha quería irse a la cama con un niño? Tendría que centrarse en sus estudios, ahora que estaba sacando unas notas excelentes y olvidarse de la conquista de Alexandra. Quizás, cuando tuviese un trabajo y ya estuviese graduado, pudiese…¡No, no podía llegar virgen al otoño!
      Lo que tenía que hacer era centrarse en la conquista de Alexandra. Tenía que olvidarse de soñar con Rose, de pensar en su prima, de recordar los momentos vividos a su lado. Tenía que centrarse en la conquista de Alexandra. Y se olvidaría de una vez por todas de Rose. Era su prima. 
      Durante la madrugada, ya en su cama, Lucien se despertó al sentir a alguien de rodillas a su lado. Creyó ver una figura pequeña, una mata larga de cabello rubio claro y unos hermosos ojos de color azul celeste.
              Reconoció a la muchacha que estaba a su lado. Deseó echarla de la habitación. Pero no podía. No quería echarla. 
-Rosie…-murmuró, medio atontado por el vaso de vino que había tomado.
-No digas nada, Lucky…por favor…ni tampoco hagas nada de lo que podamos arrepentirnos mañana-le pidió Rose, aunque él no sabía si se trataba de su prima o de un sueño.
      La luz de la Luna la embellecía más que cualquier potingue que se echara en la cara, se dijo Lucien.
-Rosie…-pensó, medio dormido.
      Ella estaba de rodillas junto a la cama, vestida tan sólo con el camisón de dormir, lo mismo que la otra noche. La magia de la noche de San Juan estaba haciendo efecto, pensó Lucien. Los labios de ambos primos se encontraron y se fundieron en un apasionado beso. Rose tenía la cabeza rubia suelta, libre de sus trenzas, apoyada en el pecho de su primo, que pensó que había vuelto a lavarse el pelo cuando lo acarició. Cogió el rostro de Rose entre sus manos y la besó una y otra vez mientras ella correspondía a cada uno de sus besos. Percibió el sabor de su prima más salado que de costumbre. Lamió la mejilla de la joven y supo que estaba en lo cierto. Había lágrimas en su cara. Mordisqueó suavemente los labios de Rose y la oyó gemir. La abrazó con fuerza y ella le devolvió el abrazo.
           La luz de la Luna se colaba por la ventana de la habitación de Lucien. Pensó en lo raro que era todo aquello. Rose estaba acostada en su cama. 
-Deja que me quede contigo-le pidió la chica. 
                 Lucien accedió. Rose le parecía una aparición con su camisón de color blanco. Veía un pie de la muchacha asomando por debajo de la sábana. Pensó en levantarse e irse. 
-Nos va a ver tu madre-susurró Lucien-Nos va a ver tu institutriz. 
-¿Te importa acaso quién nos vea?-le preguntó Rose. 
-No...
                       Tuvo la sensación de que Rose se había ruborizado. Había algo en ella que le atraía de manera irremediable. 
-Rosie...-susurró. 
                        Empezaron a besarse nuevamente. Mientras se besaban, Lucien, casi sin darse cuenta, se despojó de su pijama. Su mano recorrió la espalda de Rose y se dio cuenta de que le estaba despojando de su camisón. Tenía una piel tersa y suave. 
                      Los labios de Lucien se apoderaron nuevamente de los labios de Rose. No se cansaba de besarla. Los labios de su prima eran dulces. Eran sonrosados. Rose le devolvió beso por beso. Le rodeó el cuello con los brazos y se apretó contra él. Eran unos labios deliciosos. Lucien no se cansaba de besarla. De recorrer su boca con la lengua. 
                         Rose mordisqueó con avidez el labio inferior de Lucien. Él recibió con agrado aquel pequeño mordisco. 
                         Su boca recorrió el cuello de Rose. Besó los hombros de la chica. Su lengua recorrió los pechos de Rose. Era la primera vez que veía los pechos desnudos de una mujer. Le parecieron unos pechos perfectos. Bien formados...Los llenó de besos. Su lengua no se cansó de recorrer el cuerpo de Rose mientras luchaba por no pensar en lo que estaba pasando entre él y su prima. 
                     Me arrepentiré mañana, pensó Lucien. Pero no me arrepentiré esta noche. No...



                            Su boca no se cansaba de lamer el cuerpo de Rose. Recorrió con sus labios el vientre de la joven. 
                           Llegó a coger entre sus manos uno de los pies de Rose. Le besó la planta del pie con adoración. 
-Lucien...-susurró la muchacha. 
                         La boca de Lucien recorrió lentamente toda la extensión de la pierna de Rose. Llegó hasta los muslos de la chica. 
                         Un gemido se escapó de la boca de Rose. 
                         Lucien se dio cuenta de que él también estaba gimiendo. 
                        Los dos se unieron en un solo cuerpo. Lucien se dio cuenta, al invadir el cuerpo de Rose, que ella era virgen. Llenó de besos aquel rostro adorable. 
                        Los dos se movieron al unísono. Lucien pensó que estaban poseídos. Sintió las uñas de Rose clavándose en su espalda. Parecían que estaban danzando. 
                        Parecían que estaban poseídos por algún espíritu que no podían ver. Es esta noche, pensó Lucien. Esta noche es mágica. Nos hace hacer cosas que no creíamos que fuéramos capaces de hacer. Rosie...Yo...Mi prima...He perdido la virginidad con mi prima. 
                      Tuvo la sensación de que estallaban fuegos artificiales en la habitación. Vio el rostro de Rose transfigurarse. Y Lucien se echó a reír. Una euforia se apoderó de él de un modo que le descontroló por completo. Al acabar, su cabeza se apoyó en el hombro de Rose. 
-Descansa, Rosie-le dijo.
-Descansa-corroboró ella-Y no pienses en nada. 
               Lo besó en el cuello y en las mejillas hasta que se quedó dormido. 


FIN