martes, 22 de octubre de 2013

FIESTA DE COMPROMISO

Hola.
Hoy, empiezo a subir uno de los relatos que escribí hace mucho tiempo.
Tres relatos míos antiguos (Te echo de menos, Noche de bodas en Marshall Abbey y Amor amargo) los podéis leer en mi blog "Berkley Manor", ya que los he ido subiendo a lo largo de las últimas semanas.
Esta historia también es cortita. La quiero ir subiendo a lo largo de esta semana.
El argumento es el siguiente.
En la isla escocesa de Innis Chonain se celebra una fiesta de compromiso. Los protagonistas no son la pareja que se ha prometido en matrimonio sino dos de los invitados a la fiesta. Es algo parecida a Noche de bodas en Marshall Abbey, pero os daréis cuenta de que son muy distintas.
Aquí empieza:

ISLA DE INNIS CHONAIN, LOCH AWE, 1822

                   Días antes del anuncio de su compromiso, Elaine Campbell, o Nell, como la llamaba todo el mundo, estaba a punto de sufrir un ataque de nervios. Había salido a dar un paseo con su prima Catriona Ashley Campbell. Nell estaba segura de lo que sentía por su futuro marido. Sin embargo, ignoraba lo que él sentía por ella. Las dudas la atormentaban. Así se lo hizo saber a su prima. 
-Tengo miedo de que no me ame, Cathy-le confesó a Catriona. 
-¿Cómo puedes pensar eso?-se escandalizó la aludida-Te ama. No va a encontrar a nadie mejor que tú. 
-Douglas y yo somos muy parecidos. Es terco y orgulloso. Podría arrepentirse. 
-No se va a arrepentir de querer casarse contigo.
-Yo tengo miedo.
-¿Has intentado hablar con él?
-Me dirá que soy una tonta y que me ama. ¡No quiero que piense que soy una tonta!
-¡Oh, Nelly! Tú no eres así. Te preocupas demasiado por lo que Douglas pueda pensar de ti. Si te ama, te respetará. 
                    Las dos jóvenes se sentaron sobre la hierba. Catriona pensó en Douglas Crane, el prometido de Nell. Estaba considerado como uno de los hombres más ricos de toda Escocia. Era el dueño de numerosas posesiones. Nell Campbell vivía con sus tíos desde la muerte de su padre, ocurrida cuando tenía doce años. La madre de Nell había muerto al cumplir ella tres años. Nell ya tenía veinte años. Según sus tíos, tendría que haberse casado hacía mucho tiempo. Sin embargo, Nell había rechazado a todos sus pretendientes. Hasta que conoció a Douglas Crane. 
-Lo que más me asusta es que no me ame-le confesó a Catriona. 
-Lo que estás es asustada-insistió su prima-No sé lo que me pasará cuando se anuncie mi compromiso con algún joven algún día. Pero supongo que estaré muerta de miedo. 
-¡No! ¡No es eso! Douglas y yo no paramos de discutir. Las parejas que se quieren no discuten. Mi mucama me lo dice. Si Douglas y yo discutimos, eso no es bueno. Nuestro matrimonio será un fracaso. Mis padres también discutían mucho. 
-No me acuerdo de eso. 
-Eras muy pequeña cuando murió mi madre. ¡Pregúntaselo a mis tíos! ¡Ya verás lo que te dicen! ¡Oh, Cathy! ¡No sé qué hacer! 
                       Las nubes que cubrían el cielo se veían reflejadas en el agua de Loch Awe. 
                      Es una mala señal, pensó Catriona. Había una auténtica angustia reflejada en el rostro de su prima. Nell amaba a Douglas con toda su alma. 
               

                      Nell miró a su prima. Catriona tenía dieciocho años recién cumplidos. No sabía cómo funcionaba el mundo. En cambio, ella sí sabía cómo era la vida. A sus veinte años, Nell parecía saberlo todo de todos. Hacía escasos meses que ella y Douglas se habían conocido. Y estaba convencida de que lo amaba. No hacía ni una semana que habían hablado de casarse. Tuvo que admitir que había sido una pedida de mano nada romántica. Salieron a dar un paseo a orillas de la isla acompañados por la mucama de Nell. 
-Deberíamos casarnos-le sugirió Douglas-Necesito una esposa. 
-¿Me estás pidiendo que me case contigo?-se asombró Nell. 
-Te deseo, Nell. Pero eres una dama y quiero respetarte. 
                     Nell creyó que se trataba de una declaración de amor en toda regla. Besó enamorada a Douglas. Y dijo que sí a aquella oferta de matrimonio. 
                      Después, Douglas fue a visitar a los tíos de Nell. Les informó que quería casarse con la joven. Gilroy Campbell, el tío de Nell y padre de Catriona, lo hizo pasar a su despacho. 
-¿En serio quiere la mano de mi sobrina, señor Crane?-inquirió Gilroy. 
-Le seré franco-contestó Douglas-Necesito una esposa. No quiero que el inútil de mi hermano se quede con todo lo que es mío. Mis tierras...Mi dinero...Nell es la mujer adecuada para mí. 
-Luego, eso significa que no la ama. 
-Le juro, señor Campbell, que la haré feliz. No habrá ninguna mujer en mi vida. Me consagraré sólo a su sobrina. Pero quiero casarme con ella para engendrar un heredero. Y no quiero un matrimonio de prueba. Quiero que sea legal. 
                       Gilroy accedió, pero tenía sus dudas al respecto. 
                       Se celebraría una fiesta de compromiso para anunciar la boda. Después de eso, el anuncio de la boda se extendería por toda Escocia. Las amonestaciones serían repartidas en el menor tiempo posible. 
                         Douglas Crane tenía una fama terrible de ser un mujeriego. Antes de conocer a Nell, estuvo a punto de morir víctima de una sífilis que le contagió una de sus amantes, la esposa de un Ministro inglés. A raíz de aquello, llegó a la conclusión de que tenía que casarse. Su heredero, en el caso de no tener hijos, sería su hermano menor, Devin Crane. Douglas no sentía el menor cariño por su hermano. Era el hijo nacido del segundo matrimonio de su padre. Además, Devin era todo lo que Douglas no era. Era serio, ahorrador y responsable. Lo último que quería el hombre era ver a Devin convertido en el heredero de todo lo que era suyo. Y se fijó en Nell Campbell. 

-¡Por fin, han llegado!-exclamó Raisie, la mucama de Nell cuando la oyó hablar con Catriona en el recibidor-¿Dónde se ha metido, señorita?-Se dirigió a Nell-No puede perder el tiempo. Su fiesta de compromiso es en unos días. Su tía la está esperando. 
-No tengo ganas de nada-contestó Nell-Sólo quiero acostarme. No quiero saber nada de listas de invitados. Me duele mucho la cabeza. 
-¿Cómo que le duele la cabeza?-se escandalizó Raisie-¡A una futura novia no le puede doler la cabeza! ¡Se va a casar con el hombre más rico de toda Escocia! 
                      Nell y Catriona hicieron caso omiso a las quejas de Raisie. Catriona acompañó a su prima a su habitación. La dote de Nell era muy elevada. Como también eran muchas las posesiones y la fuerte suma de dinero que le había legado su tío antes de morir. 
-¿De verdad te sientes mal?-inquirió Catriona. 
-Sólo quiero cerrar los ojos-contestó Nell. 
-Debería de verte un médico. ¡Oh, prima! Te has puesto muy pálida. 


                           Llegaron a la habitación de Nell. La joven negó con la cabeza. Besó a Catriona en la mejilla. Le aseguró que se encontraba bien. Catriona la vio entrar en su habitación y cerrar la puerta. Entonces, pensó en que Devin también iría a la fiesta. 

-¡Cielo Santo!-exclamó Evanna, la madre de Catriona y tía de Nell-¡Mañana es la fiesta! ¡Aún queda mucho por hacer!
                     Catriona estaba con su madre sentada a la mesa. Evanna estaba confeccionando la lista de invitados. 
-¿Debemos de invitar a los Banner?-preguntó Evanna a nadie en concreto-¡Son nuestros vecinos!
-No nos llevamos bien con ellos-respondió Catriona. 
-Aún así, tenemos que invitarles. ¡Qué poca gente vive en esta isla! Pero es mejor vivir aquí que vivir en Edimburgo. 
                    Catriona le estaba escribiendo una carta a una amiga suya que había viajado a Edimburgo para su puesta de largo. 
-Después de la boda de Elaine, hemos de ir pensando en tu boda-le aseguró Evanna a su hija-Nos ha costado mucho trabajo casarla. Contigo será más fácil, Cathy. Eres muy dócil. 
-Intento no meterme en líos-le aseguró su hija-Obedezco. Aunque...Creo que Nell está muy asustada. 
                       Su prima sospechaba que Douglas no la amaba. Catriona sentía miedo ante la cercanía de la fiesta de compromiso de Nell. Devin, como hermano de Douglas, iría a la fiesta. Y Catriona no estaba nada segura de querer verle. No le había contado a Nell lo ocurrido. Su prima tenía bastante con todos los problemas que se le avecinaban. Como la perspectiva de un matrimonio sin amor...

Mañana, subiré otro trocito. 
Los protagonistas de este relato no son Nell y Douglas, sino que son Catriona y Devin. 
No lo he olvidado. ¡Hace unos días llegué a la cifra de 100 seguidores! En la actualidad, son 101 seguidores. ¡Estoy super contenta! ¡Muchísimas gracias! 
Nunca pensé que llegaría este día. A trancas y barrancas, con fallos y con aciertos, este blog va camino de cumplir su segundo año de vida. 
¡Muchísimas gracias a todos por haber hecho posible este sueño! 


2 comentarios:

  1. Hola Laura, antes de que se me olvide.
    FELICIDADES POR ESOS MÁS DE 100 seguidores ya y más que serán.
    El relato pinta bien, seguimos pendientes.
    Y, y, y, anotada quedas en el reto de acompáñame e invito a quien lo desee para participar.
    Un saludo.

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    1. Hola EldanY.
      ¡A la espera de ver en qué consiste la segunda parte del reto!
      Y muchas gracias por las felicitaciones. ¡A ver si hay suerte!
      Un fuerte abrazo.
      Y espero que te guste lo que viene a partir de ahora.

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