jueves, 29 de mayo de 2014

CUANDO UNO DE LOS PROTAGONISTAS ES ESPAÑOL

Hola a todos.
Hacía algún tiempo que no hacía ninguna entrada hablando de los grandes tópicos de la novela romántica. Creo que este tema ya iba siendo hora de que alguien lo tocara.
Los españoles hemos aparecido en muchas novelas románticas.
Personalmente, salvo contadas ocasiones, la sensación que he tenido es que nos han dejado a la altura del betún. Se han centrado únicamente en los tópicos. Por ejemplo, si hay una novela romántica que hable de la Guerra de la Independencia, los ingleses aparecen como los héroes de la función. Los españoles parecen que no saben defenderse de nadie. Ni siquiera de los invasores franceses...¿Lo de las partidas de bandoleros y de guerrilleros no les suena a ninguna escritora?
O escritor...El caso es lo mismo.
Parece que todos bebemos de la novela Carmen, de Prosper Mérimeé. La protagonista era una joven española sensual y apasionada. Siempre se ha dicho que los españoles tienen un carácter muy apasionado y temperamental.
Eso es cierto hasta cierto punto. No todos los españoles tienen un carácter tan pasional. Hay españoles que son fríos y serenos. Hay españoles que son tímidos. Podéis encontrar a muchos españoles que se alejan del tópico del llamado carácter mediterráneo. Que no son nada pasionales. O que son más bien tímidos y callados.
Yo no soy nada pasional. Y soy española.
Otro rasgo a destacar es el físico. En toda novela romántica, los españoles aparecen caracterizados de la misma manera.
Poco importa si sale un español o si sale una española. Todos somos de cabello negro, de ojos negros y de piel morena. Es cierto que hay españoles que reúnen esos rasgos.
Pero tampoco es del todo cierto. En mi colegio, había un crío que iba con su hermana, que estaba adelantada un curso. Los dos eran pecosos y pelirrojos. Y los dos eran españoles.
También iba un curso adelantada una cría. Era rubia y tenía los ojos de color azul y la piel muy blanca.
No era de ningún país nórdico. También era española. Volvemos al mismo tema de antes. Hay muchas clases de españoles. No sólo en el carácter...
También hay muchas clases de españoles en el físico. En ocasiones, tengo la sensación de que la imagen que los autores anglosajones tienen de nosotros no se aleja demasiado de los tópicos que aparecen de nuestro país en las series y en las películas estadounidenses. Da la sensación de que somos un pueblo atrasado.
Que los hombres van vestidos de toreros. Y que las mujeres van a todas partes con el traje de sevillanas. Que nos pasamos la vida bailando flamenco. Que somos una pandilla de trogloditas vagos que no saben valerse por sí mismos. Y eso no es cierto.
La única novela que he leído en la que los españoles salimos bien parados es La bodega, de Noah Gordon. Toda la acción transcurre en el norte de España. Todos los protagonistas son españoles, pero están bien retratados.
Al menos, se alejan de los tópicos. Parece que se relaciona a los españoles con el sur de España. Y eso no es del todo cierto. España no es sólo Andalucía. También está Canarias.
Está la zona del norte, como Galicia o el País Vasco. Lugares que merecen ser conocidos. De los que vale la pena escribir.
Esta entrada la hago para desahogarme. ¡Porque me cansa que se tenga una imagen tan penosa de nosotros!
¿Es que no se ha cambiado la imagen que se ofrece de nosotros desde Estados Unidos? Es una imagen patética. Y muy falsa...
Es cierto que los tópicos pueden dar mucho juego en un primer momento. Pero, si se abusa de los tópicos, éstos pueden llegar a ser cansinos. No tengo un vestido de sevillana. Y no sé bailar flamenco.
Y sí, soy española.
Y no conozco a nadie que salga a la calle vestido con el traje de luces.

 Escena de la recién acabada serie Cómo conocí a vuestra madre. 
¿Alguien sabe dónde está Valencenia?

1 comentario:

  1. Uy es que aveces ponen unas cosas en las novelas, pero ya un movimiento de autoras españolas y latinas que escriben novelas románticas de su propia tierra quitando esos estereotipos . Te mando un abrazo y te me cuidas

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